Mauricio Sulaimán rompe el silencio tras el ingreso de Julio César Chávez Jr. a prisión en México y revela cómo vive la situación su familia.

La leyenda mexicana vive momentos difíciles por la situación de su hijo

Julio César Chávez Jr., hijo del histórico excampeón mundial, atraviesa una de las etapas más delicadas de su vida. Tras ser deportado desde Estados Unidos, donde enfrentaba problemas legales relacionados con falsedad en documentos migratorios, el exboxeador fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 11 en Hermosillo, Sonora.

El caso ha generado conmoción en el mundo del boxeo y, particularmente, en la familia Chávez. El propio Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), rompió el silencio y habló sobre la difícil situación que vive el entorno del excampeón.

Mauricio Sulaimán pide mesura y respeto

En declaraciones al medio Excelsior, Sulaimán reconoció que ha mantenido comunicación constante con Julio César Chávez padre, a quien describió como un hombre devastado por la situación de su hijo.

“He platicado constantemente con su papá. Como padre está deshecho, está indignado por muchas cosas que han sucedido”, expresó el dirigente.

El presidente del CMB llamó a la prudencia y criticó la especulación alrededor del caso, señalando que las redes sociales han alimentado rumores y versiones sin fundamento que dañan aún más a la familia.

“Hay mucha desinformación, mucha gente que opina sin saber y que solo busca herir. Lo mejor es esperar a que las autoridades aclaren la situación antes de sacar conclusiones”, agregó.

Un golpe a la familia Chávez

Su ingreso al penal de Hermosillo ocurrió el 18 de agosto, luego de ser extraditado desde Estados Unidos, donde fue detenido tras su pelea con Jake Paul en junio.

El caso de Chávez Jr. no solo sacude al deporte mexicano, también impacta a una de las figuras más queridas de la historia del boxeo, Julio César Chávez padre.

Mauricio Sulaimán reiteró que lo más importante en este momento es mantener la unidad y esperar a que la justicia siga su curso.