El anuncio del combate entre Jake Paul y Gervonta Davis, programado para el próximo 14 de noviembre en el State Farm Arena de Atlanta, sigue generando opiniones encontradas en el mundo del boxeo. Aunque se trata de una exhibición y no de una pelea con título en juego, el duelo ya es catalogado como uno de los eventos más mediáticos del año. Sin embargo, las comparaciones con figuras históricas como Mike Tyson y Muhammad Ali han encendido aún más la conversación.

Ali, Tyson y el debate sobre el espectáculo en el boxeo

Los entrenadores de Davis, Barry Hunter y Braylen “Boog” Williams, fueron claros al poner este enfrentamiento en perspectiva. Según ellos, la pelea entre Paul y Tank no debe medirse bajo los estándares de un combate oficial, sino bajo el prisma del entretenimiento.

Hunter recordó cómo en 1976 Muhammad Ali se subió al ring frente al luchador japonés Antonio Inoki, un espectáculo que muchos criticaron, pero que con el tiempo fue entendido como un evento pensado para divertir al público. “Era entretenimiento, una exhibición. No cambió mi opinión sobre Ali como boxeador”, señaló el entrenador, trazando un paralelismo con lo que ocurre ahora con Jake Paul.

Por su parte, Williams enfatizó que este duelo no será un calco de lo que se vio con la exhibición entre Mike Tyson y el propio Paul, donde la diferencia de edad marcó un punto clave. Según el preparador, Davis ha entrenado con rivales de mayor tamaño y tiene las herramientas para manejar la situación con inteligencia sobre el ring.

Entre espectáculo y credibilidad deportiva

La polémica surge porque, mientras unos lo ven como un evento que solo busca captar audiencias globales, otros creen que puede dañar la credibilidad de Gervonta Davis, quien tiene pendientes combates de alto nivel como una posible revancha ante Lamont Roach Jr., una unificación frente a Shakur Stevenson o un duelo contra Floyd Schofield Jr..

El hecho de enfrentar a un rival con una diferencia de peso considerable, como lo es Jake Paul, despierta dudas sobre el verdadero valor deportivo del espectáculo. Aun así, lo que parece innegable es la capacidad del youtuber convertido en boxeador para atraer la atención de fanáticos, marcas y plataformas de streaming como Netflix, que transmitirá el evento de forma global.

En definitiva, más allá del debate sobre si se trata de boxeo puro o simplemente entretenimiento, lo cierto es que la pelea entre Jake Paul y Gervonta Davis promete ser un show de gran magnitud, digno de las comparaciones con los experimentos que protagonizaron en su momento Ali y Tyson.