La antesala del que prometía ser otro megaevento de boxeo-espectáculo acaba de ponerse oscura. Gervonta Davis, invicto y considerado uno de los nombres más explosivos del boxeo moderno, fue demandado en Miami-Dade por su exnovia Courtney Rossel, quien lo acusa de agresión, amenazas, secuestro y daño emocional.
La denuncia llega a dos semanas de su pelea contra Jake Paul, programada para transmitirse por Netflix, y amenaza con reventar un evento construido para romper audiencias.

Un escándalo que estalla en el peor momento

Según el documento presentado ante las autoridades, Davis habría irrumpido en el club donde Rossel trabajaba de madrugada y, en una zona sin cámaras, la habría atacado antes de sacarla del lugar por la fuerza.
La demanda detalla episodios anteriores, incluyendo violencia reiterada y amenazas de muerte.

Los abogados de Rossel hablan de un “patrón de conducta violenta contra mujeres”, mientras la denunciante asegura vivir con miedo, ansiedad y estrés postraumático.

Davis no ha emitido comentarios y su equipo legal mantiene silencio total.

Un historial que vuelve a perseguir a “Tank”

El caso no aparece en un vacío. Davis ya ha enfrentado múltiples controversias como condena previa por un accidente con fuga, acusaciones anteriores de violencia doméstica y problemas legales recurrentes fuera del ring

Con un récord de 30-0 y 28 KO, su reputación deportiva es impecable… pero su reputación pública vuelve a tambalearse.

Y ahora, con Netflix preparado para apostar fuerte por el boxeo espectáculo, la tormenta legal cae en el peor momento.

¿Se cae la pelea con Jake Paul?

La gran pregunta es una sola: ¿qué pasará con la pelea contra Jake Paul?
Fuentes cercanas a la organización señalan preocupación y reuniones de emergencia. Netflix quiere espectáculo, no escándalo judicial.

Mientras tanto, en redes, los fans especulan con un posible reemplazo o incluso un aplazamiento del evento.

Para Paul, experto en capitalizar polémicas, esto podría ser gasolina… o un golpe devastador para su narrativa.

Boxeo, polémica y negocio

El caso Davis vuelve a dejar claro que el boxeo moderno ya no solo se decide en el ring.
Entre demandas, audiencias millonarias y la guerra por la atención en streaming, el deporte vive su época más mediática… y más caótica.

Hoy, la pelea sigue en pie, pero la sombra de esta denuncia podría convertirla en uno de los eventos más polémicos del año.
Porque el boxeo espectáculo siempre encuentra drama y esta vez, el drama puede costar muy caro.