El serbio Novak Djokovic abrió su corazón en el pódcast de Jay Shetty, donde habló de su vida personal, de la importancia de la salud mental y del impacto que supuso para él la retirada de Rafael Nadal y Roger Federer. El actual número 7 del ranking mundial reconoció que la despedida de sus grandes rivales marcó un antes y un después en su carrera, llevándolo a reflexionar sobre su propio legado y el futuro del tenis.

El peso de los rivales históricos

Para Djokovic, la rivalidad con Nadal y Federer fue determinante para alcanzar el nivel que lo llevó a convertirse en uno de los mejores de la historia. Con honestidad, admitió que sus retiros dejaron un vacío difícil de llenar: “Una parte de mi carrera se fue con ellos”. El serbio aseguró que ahora su misión es transmitir lo aprendido a las nuevas generaciones y acompañar la evolución natural del tenis.

El múltiple campeón de Grand Slam también valoró que el futuro del circuito debe estar en manos de los más jóvenes, a quienes ve capaces de superar lo que su generación logró. “El deporte es un ciclo, ahora toca inspirar y ver cómo los nuevos escriben su propia historia”, señaló.

Salud mental y equilibrio fuera de la pista

Más allá de la competencia, Djokovic destacó la relevancia de cuidar la mente tanto como el cuerpo. Recordó cómo su formación incluyó prácticas poco habituales en un niño, como meditación, música clásica y poesía. Hoy mantiene la oración, la respiración consciente y la introspección como pilares de su día a día.

“El partido más importante se juega fuera de la cancha”, afirmó, al tiempo que reconoció que aceptar la vulnerabilidad y las emociones ha sido clave en su desarrollo personal y profesional. Incluso después de sus derrotas, confesó que necesita aislarse para procesar lo ocurrido y transformar la presión en motivación.

Legado y propósito más allá del tenis

El serbio también habló de sus proyectos fuera del deporte, como su incursión en la industria del bienestar con la creación de productos destinados a mejorar la recuperación física y mental. Para él, compartir su experiencia es parte esencial de su vocación: “El mayor éxito es inspirar a otros a cuidarse”.

Asimismo, resaltó el papel de su esposa Jelena y de su familia como pilares de estabilidad. En sus palabras, el verdadero legado no está en los títulos ni en las estadísticas, sino en el impacto positivo que pueda dejar en la vida de las personas.

Con estas declaraciones, Novak Djokovic no solo recordó la huella imborrable de Nadal y Federer, sino que mostró la faceta más humana y reflexiva de un campeón que busca trascender más allá del tenis.