Lo que prometía ser un arranque cargado de energía en la Semana 1 de la NFL tuvo que frenarse abruptamente. El duelo entre Jacksonville Jaguars y Carolina Panthers, en el EverBank Stadium, fue detenido poco antes de la mitad del segundo cuarto por un elemento que juega en contra de cualquier espectáculo bajo techo abierto: una tormenta eléctrica.

¿Qué pasó exactamente para que se interrumpiera el juego?

Con el marcador 10-3 a favor de los Jaguars y apenas 8:32 por disputarse en el segundo cuarto, las pantallas del estadio emitieron una advertencia clara y oficial:

“Alerta de clima severo. Todos los asistentes en áreas abiertas deben buscar refugio dentro de las instalaciones del estadio hasta que se dé el aviso de que pueden regresar.”

Según informó TalkSport, la decisión fue obligatoria debido a rayos detectados en las inmediaciones que representaban un riesgo inminente para jugadores, técnicos y público. Meteorólogos habían señalado que las tormentas al norte del estadio eran estacionarias, lo que podía prolongar la suspensión.

Según las normas de la NFL, solo situaciones de emergencia como incendios, rayos, inundaciones o fallas eléctricas autorizan suspender un partido, y en este caso la seguridad no se negocia.

¿Cómo estaban jugando ambos equipos justo antes de la pausa?

El ambiente era eléctrico por razones distintas. Trevor Lawrence, mariscal de los Jaguars, ya había conectado un touchdown y acumuló 84 yardas por aire, mientras que el novato Hunter Long celebró su primera anotación de la temporada. En contraste, el mariscal de Carolina, Bryce Young, enfrentaba complicaciones tempranas y un error que derivó en la anotación rival.

¿Qué sigue ahora para fans y equipos?

El futuro del partido dependerá de cómo avance la tormenta. Según informes del Pro Football Network, existe la posibilidad de una larga espera para reanudar el juego, y la NFL tiene protocolos específicos: si el comisionado evalúa que retomar el encuentro no alterará el equilibrio competitivo o el resultado, puede decidir cancelarlo.