El Campeón Mundial de Muay Thai Peso Pluma de ONE Tawanchai PK Saenchai regresa a la acción el 19 de diciembre en ONE Friday Fights 137, donde busca reencender su misión de gloria en dos deportes contra el peligroso striker chino Liu Mengyeng en una pelea estelar de peso pluma en kickboxing en el legendario Estadio Lumpinee de Bangkok. La superestrella tailandesa de 24 años apunta a recuperarse de su sorpresiva derrota ante Masaaki Noiri por el cinturón interino de kickboxing de la división en marzo, buscando redención en la disciplina que ha demostrado ser más desafiante de conquistar que su reinado dominante en Muay Thai. Pero detrás de cada victoria, cada momento de campeonato y cada revés se encuentra la figura inquebrantable que ha estado allí desde el principio: su padre. El vínculo entre Tawanchai y su papá representa más que solo una relación típica entre padre e hijo; es una historia de supervivencia, sacrificio y el apoyo inquebrantable que transformó a un niño empobrecido en una de las estrellas más brillantes de los deportes de combate.

La Trágica Caída de Una Familia

Tawanchai PK Saenchai una vez vivió una vida cómoda cuando era niño, disfrutando de la seguridad que viene con la estabilidad financiera. Sin embargo, esa existencia cómoda se hizo añicos cuando el negocio de su padre quebró, obligando a la familia a vender sus activos pieza por pieza mientras veían su mundo derrumbarse a su alrededor. La devastación financiera resultó ser demasiado para que el matrimonio de sus padres sobreviviera, llevando a su divorcio cuando Tawanchai aún era un niño pequeño. Su padre asumió la responsabilidad de criarlo solo, enfrentando el desafío abrumador de proveer para su hijo mientras lidiaba con las consecuencias de la bancarrota.

A pesar de las terribles circunstancias financieras que definieron su infancia, Tawanchai mira hacia atrás con inmenso orgullo por los esfuerzos incansables de su padre para proveer lo que pudiera. La pobreza y la adversidad que soportaron juntos no los rompió. En cambio, forjó un vínculo inquebrantable y creó el hambre que eventualmente impulsaría al joven peleador a la cima de su deporte.

Los recuerdos de pasar hambre, de ver a su padre luchar, y de entender la cruel realidad de la pobreza a tan temprana edad se convirtieron en combustible para el fuego de Tawanchai. Hizo un voto consigo mismo durante esos días oscuros de que nunca permitiría que él o su familia experimentaran ese tipo de desesperación nuevamente.

"Tengo a mi padre como el único y único hogar para mí. Siempre hizo lo mejor para criarme lo mejor que pudo. La pobreza y la adversidad en mi infancia siempre han sido mi motivación para esforzarme más para conseguir una vida mejor y llegar a este punto. Porque me prometí a mí mismo que nunca volveré a pasar hambre," dijo Tawanchai.

El Apoyo Instantáneo de Un Padre Lanzó Una Carrera Legendaria

La introducción de Tawanchai al Muay Thai llegó a través de la atmósfera electrizante en el Estadio Thepprasit en Pattaya, donde vio a atletas de élite batallar en el cuadrilátero y sintió algo despertar dentro de él. El niño de ocho años vio peleadores que parecían héroes, que comandaban respeto, y que podían cambiar sus vidas a través de sus ocho extremidades y su coraje. Cuando regresó a casa y le contó a su padre sobre su nuevo sueño, recibió una respuesta que cambiaría todo.

Su padre, él mismo un ex competidor de Muay Thai, no dudó ni por un momento. A pesar de sus luchas financieras y la incertidumbre de su situación, dio su bendición inmediatamente. Más que eso, apoyó activamente las ambiciones de su hijo inscribiéndolo en el Petchrungruang Gym cerca de su casa y de alguna manera reuniendo suficiente dinero para comprar el equipo de entrenamiento esencial que su hijo necesitaría.

Ese apoyo instantáneo e incondicional representaba todo sobre su relación. El padre de Tawanchai podría haberle dicho que se enfocara en actividades más prácticas. En cambio, eligió creer en su hijo e invertir en esa creencia, incluso cuando no tenían casi nada para invertir.

"Cuando decidí aprender Muay Thai, solo le dije: 'Papi, quiero aprender Muay Thai.' Y sin ninguna vacilación o duda, simplemente me dio todo su apoyo. Me compró sacos de arena, guantes y otro equipo de Muay Thai," recordó Tawanchai.

Un Sueño Realizado

Tawanchai PK Saenchai transformó ese apoyo inicial en una de las carreras más condecoradas de la historia moderna del Muay Thai. Con los años, acumuló asombrosas 135 victorias profesionales, desmantelando sistemáticamente a los oponentes y estableciéndose como uno de los strikers más peligrosos del deporte. Los reconocimientos siguieron a sus actuaciones: en 2018, ganó tanto el prestigioso premio de Peleador del Año de la Autoridad Deportiva de Tailandia como el de Peleador del Año del Estadio Lumpinee, cementando su estatus entre la élite de Tailandia.

Pero el momento cumbre llegó en 2022 cuando Tawanchai capturó el Campeonato Mundial de Muay Thai Peso Pluma de ONE, cumpliendo la promesa que se hizo a sí mismo como un niño hambriento viendo a su padre luchar. Ese cinturón de oro representaba vindicación por cada sacrificio, validación por cada sesión dolorosa de entrenamiento, y justificación por la creencia inquebrantable de su padre cuando la lógica sugería lo contrario. El niño que una vez se preguntó de dónde vendría su próxima comida había conquistado la organización de artes marciales más grande del mundo.

Ahora, mientras Tawanchai persigue gloria en dos deportes con su campaña de kickboxing, su padre permanece exactamente donde siempre ha estado: a su lado. El camino de la pobreza a la gloria no se caminó solo, sino que se caminó juntos, padre e hijo, construyendo algo extraordinario de la nada.

"Él es quien me despierta para correr cada mañana. Siempre corre detrás de mí cuando salgo a correr por la mañana y la tarde. Puedo decir que él es quien siempre está a mi lado. Es una gran parte del éxito de mi carrera. Cuando decidí pelear en los estadios de Bangkok, mi papá me dijo: 'Es hora de que persigas tu propio sueño. Solo haz lo mejor que puedas,'" dijo Tawanchai.