El Real Madrid vuelve a encender las alarmas a pocas horas de un partido clave de Champions League. Lo que ya era una semana complicada por la enfermedad de Thibaut Courtois se agravó este martes con una nueva ausencia: Dean Huijsen tampoco estará disponible para visitar al Olympiakos en la quinta jornada del torneo continental. Para Xabi Alonso, el rompecabezas defensivo alcanza niveles críticos justo antes de un duelo determinante fuera de casa.

Courtois y Huijsen, bajas sensibles a última hora

El martes comenzó con malas noticias en Valdebebas. El club confirmó que Courtois no pudo entrenar debido a una gastroenteritis que lo tiene bajo tratamiento, con la esperanza de que pueda llegar al partido de Liga ante el Girona el próximo domingo. Pero su baja no fue la única. 

Durante la misma sesión, Dean Huijsen tampoco apareció con el grupo. El central de 20 años arrastra dolores en la rodilla tras el partido ante el Elche, molestias que no han remitido y que obligaron al cuerpo técnico a descartarlo para el viaje a Grecia.

La ausencia del joven defensa deja a Xabi Alonso con un margen mínimo de maniobra. Con Antonio Rüdiger aún sin condiciones para competir y con David Alaba y Éder Militão fuera desde hace semanas, el único central natural disponible es Raúl Asencio. El resto será pura ingeniería táctica.

Una defensa improvisada y siete bajas que condicionan todo

El plan apunta a que Aurélien Tchouaméni vuelva a retroceder como central improvisado, un rol que ya ha desempeñado por necesidad. Por delante de él podría aparecer Eduardo Camavinga, quien también ha sido utilizado en múltiples posiciones cuando la plantilla se queda corta. Otra variante que se estudia es el movimiento de Álvaro Carreras hacia una zona interior, dejando el lateral izquierdo para Ferland Mendy o Fran García.

La crisis defensiva alcanza números preocupantes: siete jugadores están fuera de combate, seis de ellos defensores. A las ausencias ya mencionadas se suma Dani Carvajal, también lesionado, y el argentino Franco Mastantuono, que sigue lidiando con su pubalgia. La situación recuerda la temporada pasada, cuando Carlo Ancelotti debió sobrevivir con una zaga parchada y soluciones de emergencia.

La acumulación de lesiones no es casual. Según datos de Marca, el Madrid ha sufrido más de 55 contratiempos físicos en defensores en los últimos tres años. La tendencia lejos de frenarse, continúa empeorando.

El contexto no ayuda: el equipo llega sin ganar en sus últimos tres encuentros y necesita romper la mala racha en un ambiente siempre hostil como Atenas. Con una defensa remendada y un rival que se hace fuerte en casa, el desafío de los blancos será mayúsculo.

El balón rodará mañana en Grecia, y el líder de La Liga se jugará algo más que tres puntos: se juega mantener autoridad en Europa pese a una enfermería que no da tregua.