El día más oscuro de Neymar

Con 33 años y la camiseta del Santos en el pecho, Neymar Jr. tocó fondo en Brasil. El astro que brilló en el Barcelona y el PSG sufrió un golpe devastador: un 0-6 ante Vasco da Gama, con Philippe Coutinho como verdugo marcando dos goles. Para el crack, acostumbrado a escenarios de gloria, fue la derrota más dolorosa de su carrera.

En el pitazo final, la imagen lo dijo todo: roto en llanto, abrazado por Fernando Diniz, técnico rival que intentaba consolarlo. Entre lágrimas, Neymar reconoció ante los micrófonos lo que nadie quería escuchar: “Fue una mierda y una vergüenza”.

Un Santos en caída libre

La derrota hundió todavía más al club paulista, que marcha en la posición 15 del Brasileirao con 21 puntos y un partido más que sus rivales directos. La sombra del descenso vuelve a acechar a un histórico del fútbol sudamericano que no encuentra respuestas en la cancha.

El propio Neymar, pese a algún destello aislado, no ha podido cambiar la historia. Su talento, que alguna vez deslumbró al mundo, hoy se ve opacado por la crudeza de los resultados. “Estoy totalmente decepcionado con nuestro juego… nunca había pasado por esto en mi vida”, confesó el crack, golpeado por una realidad que parece superarlo.

El costo inmediato: un técnico menos

La humillación dejó heridas profundas en el club. Minutos después de la debacle, el Santos anunció la salida de su entrenador Cleber Xavier, en un comunicado escueto que no dejó lugar a dudas: había que cortar cabezas.

Pero ni los cambios en el banquillo parecen suficientes. La crisis se siente en cada rincón del club y el drama de Neymar simboliza la caída de un equipo que no encuentra cómo volver a ser protagonista.