Un fichaje con expectativas altas

La salida de Alejandro Garnacho del Manchester United fue todo menos tranquila. Los constantes choques con Rúben Amorim lo dejaron sin espacio en Old Trafford, y su llegada al Chelsea parecía el inicio de un nuevo capítulo bajo la dirección de Enzo Maresca. A sus 21 años, el hispanoargentino buscaba recuperar la confianza y demostrar que aún tiene mucho que aportar en la Premier League.

Sin embargo, el arranque no ha sido el soñado. Antes del duelo frente al Brentford, su propio entrenador lo puso en evidencia en rueda de prensa, señalando que debía trabajar más fuerte para estar al nivel de sus compañeros. Un mensaje claro y público que encendió las alarmas sobre su adaptación al club londinense.

Un debut para el olvido

Pese a las advertencias, Garnacho tuvo minutos ante el Brentford, pero no logró aprovechar la oportunidad. Una pérdida de marca suya derivó en el gol del empate de los locales, lo que le valió una oleada de críticas tanto en Inglaterra como en el extranjero. “¡Se queda dormido!”, tituló Sky Sports, reflejando el sentir general de la prensa británica.

En redes sociales tampoco hubo compasión. Muchos aficionados cuestionaron su concentración y compromiso, señalando que un error así no es admisible en un debut. La presión sobre sus hombros ha aumentado, y el tiempo para revertir la narrativa ya empezó a correr.

Mucho por demostrar

Afortunadamente para el extremo, todavía queda toda una temporada por delante. Su talento y velocidad no están en duda, pero deberá ajustar su mentalidad y disciplina si quiere ganarse un lugar en el once de Maresca. El Chelsea, que atraviesa un momento clave en su proyecto deportivo, necesita que fichajes como el de Garnacho respondan desde el inicio.

El reto no será fácil, pero el hispanoargentino tiene en sus botas la posibilidad de cambiar críticas por aplausos. ¿Podrá darle la vuelta a la situación y convertirse en figura en Stamford Bridge?