El nuevo hábito de Luis Enrique

El triunfo del PSG 4-0 ante Atalanta en Champions dejó una imagen llamativa: Luis Enrique volvió a ver la primera parte desde la grada, antes de bajar al banquillo en el segundo tiempo. El técnico asturiano ya había hecho lo mismo frente al Lens y explicó que esta práctica le permite tener una visión distinta del juego.

“Hace tiempo que veo a los entrenadores de rugby analizar los partidos desde arriba y me gusta esa perspectiva. Desde la tribuna puedo controlarlo todo y tener información directa. Luego puedes dar la charla del descanso con un análisis mucho más completo”, aseguró el exseleccionador español.

El entrenador ya había anticipado en su documental “No tenéis ni p… idea” que en el futuro imaginaba a los técnicos dirigiendo desde arriba, con cascos y sistemas de comunicación. Incluso lo planteaba como una evolución inevitable para el fútbol moderno.

Una práctica imposible en España

En Francia, la normativa le permite probar este método, pero en España sería imposible. El reglamento de la RFEF es claro: salvo causa de fuerza mayor, el entrenador titular debe figurar en el acta y ocupar su lugar en el banquillo durante los partidos. En caso contrario, se consideraría incumplimiento.

Luis Enrique lo sabe y por eso aclara que lo suyo es un experimento válido solo en París. “En España no se podría hacer. Y fuera de casa, en otros estadios, tampoco me atrevo”, explicó tras el partido.

La confesión sobre su integridad física

Consultado por los próximos duelos en Marsella y Barcelona, Luis Enrique fue tajante: “¿Al exterior? ¡No! Fuera de casa no me atrevo, más que nada por mi integridad física, que no es la mejor”, dijo señalándose el hombro recién operado tras una caída en bicicleta.

El técnico agregó que en choques de alta tensión, como el clásico francés ante el Olympique de Marsella, prefiere estar a pie de campo: “Son partidos intensos que todos queremos vivir desde abajo. Así también siento lo caliente del juego”.