La Ligue 1 2025/26 vivió un nuevo capítulo de alta tensión este domingo con el choque entre Olympique de Lyon y Olympique de Marsella, dos equipos históricos que llegaron al duelo con la necesidad de confirmar sensaciones en el arranque de temporada. En un partido marcado por la intensidad y la expulsión temprana de un jugador visitante, el desenlace llegó de manera inesperada en los minutos finales.

El encuentro cambió por completo al minuto 29, cuando CJ Egan Riley vio la tarjeta roja directa tras una dura entrada como último hombre. La acción dejó al Marsella con un jugador menos durante más de una hora y obligó al equipo a replegarse, cediendo la iniciativa al Lyon.

A partir de ese momento, los locales controlaron la posesión y acumularon aproximaciones sobre la portería rival, aunque sin efectividad en el último toque. El Marsella, pese a la inferioridad, se mantuvo firme y generó contragolpes peligrosos en la segunda mitad.

La resistencia marsellesa se mantuvo hasta el minuto 88, cuando un disparo del Lyon se estrelló en el larguero y el posterior rebote fue mal despejado por el argentino Leonardo Balerdi, que terminó introduciendo el balón en su propia portería.

El autogol sentenció un partido que parecía encaminado al empate y que permitió al Lyon sumar tres puntos vitales en su lucha por los primeros puestos de la tabla.

Con esta victoria, el Olympique de Lyon alcanza los nueve puntos en las tres primeras jornadas, igualando al Paris Saint-Germain en la cima de la Ligue 1, aunque por detrás en la clasificación debido a la diferencia de goles.

Para el Marsella, en cambio, la derrota es un golpe anímico: pese al esfuerzo en inferioridad numérica, se marchan sin premio y con la sensación de haber resistido hasta el final solo para caer de la forma más cruel.