Una ausencia inesperada

El próximo lunes 22 de septiembre se celebrará la 69ª edición del Balón de Oro en el Théâtre du Châtelet de París, pero uno de los grandes protagonistas brillará por su ausencia: el Paris Saint-Germain. El club parisino, que cuenta con varios nominados, no podrá acudir al evento por un problema de calendario que ya es imposible de resolver.

El choque contra el Olympique de Marsella, correspondiente a la quinta jornada de la Ligue 1, debía jugarse el 21 de septiembre, pero fue aplazado por las intensas lluvias en la ciudad portuaria. La nueva fecha fijada coincide exactamente con la gala del Balón de Oro, dejando al PSG fuera de la ceremonia.

El impacto en Dembélé

La ausencia es especialmente llamativa porque uno de los grandes favoritos al premio es Ousmane Dembélé, figura clave del PSG en la conquista de la Champions League, la Ligue 1, la Copa de Francia y la Recopa. Con 35 goles y 16 asistencias en la temporada, su nombre suena con fuerza para quedarse con el trofeo.

Sin embargo, el delantero no podrá estar acompañado por sus compañeros en una noche que podría marcar su consagración individual. La incógnita es si Dembélé, actualmente lesionado y sin participación en el partido ante el Marsella, decidirá acudir de manera individual a la gala.

Una gala sin París

La ausencia del PSG contrasta con el peso que ha tenido en esta edición, en la que varios de sus jugadores figuran entre los 30 nominados. A diferencia del Real Madrid, que mantiene un boicot como protesta, los parisinos quedan fuera por un motivo meramente deportivo: la coincidencia de su partido más importante del calendario doméstico con la gala del Balón de Oro.

El resultado será una ceremonia con un vacío notable: el club que conquistó Europa en 2025 no tendrá representación oficial en el evento más prestigioso del fútbol mundial.