Un regreso sin fecha

El Paris Saint-Germain vive días de incertidumbre. La ausencia de Ousmane Dembélé, reciente ganador del Balón de Oro, mantiene en vilo a los aficionados parisinos y hasta a su propio entrenador. En la antesala del duelo ante el Estrasburgo, Luis Enrique fue directo: “No sé cuándo volverá”.

El técnico español evitó ofrecer plazos y subrayó que el club no tomará riesgos: “Las lesiones forman parte del fútbol de alto nivel. Buscamos siempre proteger la salud de nuestros jugadores”. Las palabras del asturiano solo confirmaron lo evidente: el regreso del crack francés sigue siendo una incógnita, y su ausencia empieza a sentirse tanto en la Ligue 1 como en la Champions.

Una lesión que cambió los planes

Dembélé cayó lesionado durante un partido con la selección francesa ante Ucrania, cuando apenas llevaba 36 minutos en el campo. El diagnóstico fue una rotura en el isquiotibial derecho, que lo dejó fuera de las canchas por varias semanas.

La situación generó tensión entre el PSG y la Federación Francesa, luego de que el club advirtiera sobre la carga de trabajo del jugador y no se atendieran sus recomendaciones médicas. Desde entonces, en París se insiste en crear un nuevo protocolo que priorice la comunicación entre clubes y selecciones.

El golpe más inoportuno

El momento no podía ser más delicado. Dembélé venía de consagrarse como el mejor jugador del mundo, devolviendo al PSG a lo más alto del fútbol europeo con su velocidad, desequilibrio y liderazgo. Su lesión ha frenado ese impulso y dejado al equipo sin su figura más determinante.

Mientras Luis Enrique pide calma, la realidad es que ni él ni los servicios médicos se atreven a marcar una fecha para el regreso del campeón. En el Parque de los Príncipes, todos cruzan los dedos: el mejor jugador del planeta sigue en pausa, y nadie sabe por cuánto tiempo.