Rayo Vallecano se recupera y empata 2-2 con Sevilla en Vallecas
El técnico Paco Jémez hizo dos cambios rápidos en el primer tiempo con 0-2 que variaron el rumbo del duelo.
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Parecía que era el día indicado para la primera victoria del Sevilla fuera de casa cuando en el minuto 20 dominaba en el marcador por 0-2 ante un Rayo totalmente KO. Tuvo incluso el tercero y la sentencia, con remates de Iborra y Gameiro a los palos. Pero Jémez se jugó el todo por el todo con unos cambios ultraofensivos y acabó rascando un merecido empate ante un conjunto sevillista al que el peso del partido del jueves le impidió buscar la victoria en la segunda parte, ya agotado.
Como suele ser norma en Vallecas, comenzó el Rayo con la iniciativa en el partido, pero era más posesión inocua que otra cosa ya que eran incapaces de entrar en al solidísima defensa de los sevillistas. Los de Emery estaban muy tranquilos y los de Jémez comenzaron a ponerse nerviosos tras un par de errores no forzados en defensa que a punto estaban de aprovechar los delanteros hispalenses. Daba la sensación de que el plan de Emery era esperar a que el Rayo se pegara un tiro en el pie para aprovecharlo y a tenor de lo visto en los primeros minutos, no era un plan descabellado.
Y es que la defensa del Rayo se volvió a mostrar como el talón de Aquiles del equipo. Probablemente ninguno de los dos goles que encajó en la primera parte fue un error defensivo per se, pero sí una muestra de la falta de oficio y comillo de la zaga rayista, pues ambos tantos llegaron por balones sueltos en su área a los que llegaron con más ambición, intensidad y picardía los hispalenses.
Así fue el 0-1 en un córner lanzado por Krohn-Dehli que remataría absolutamente solo Kevin Gameiro. Juan Carlos se sacó una buena mano pero el balón rechazado en área pequeña fue empujado a la red por N’Zonzi, que se tiró con todo para poner el 0-1 en el marcador. Si ya estaban tranquilísimos los jugadores del Sevilla en el partido, más lo estuvieron con el 0-1 que ponía el encuentro donde querían. A partir del gol, los de Emery dominaron con claridad el encuentro y el segundo tanto fue solo cuestión de tiempo. En una jugada con similitudes al 0-1, otro balón muerto en el área, también rechazado por Juan Carlos, esta vez a tiro de Vitolo, era remachado por Iborra que volvía adelantarse a la inocente zaga de los madrileños.
Con el partido perdido, Emery quemó las naves metiendo a Manucho y Embarba por Baena, y Nacho, mediocentro y defensa. Y la apuesta le acabó saliendo bien ya que fueron ambos jugadores los que metieron al Rayo en el encuentro, con un buen centro de Embarba para que Manucho se adelantara con picardía a Rico y pusiera el 1-2 en el electrónico para cerrar la primera mitad.
El segundo periodo comenzó con un Rayo desatado, buscando la igualada a toda costa y empujando al Sevilla contra su portería, que tampoco parecía excesivamente incómodo porque en su ofensiva total, el Rayo dejaba su área totalmente despoblada, pidiendo a gritos una contra hispalense. Entre el Rayo volcadísimo y el Sevilla fino al contragolpe, el gol parecía que podría caer en cualquier momento en cualquiera de los dos porterías y lo hizo en la del Sevilla. Bebé cabalgó por la derecha para poner un centro espectacular que remató Miku, haciendo el 2-2 y convirtiéndose en el primer jugador del Rayo en marcar en primera división en 5 partidos consecutivos.
Con la igualada en el marcador, el Rayo bajó las revoluciones y reestructuró el equipo con la entrada de Nacho en defensa, que deshacía la línea de 3 que había dibujado Jémez para remontar. Con ambos equipos exhaustos, el Rayo por el esfuerzo y el Sevilla que arrastraba el partido de entre semanas, los equipos casi firmaron un pacto de no agresión en los últimos minutos que acabó con el definitivo empate a dos que deja satisfechos a ambos conjuntos tras lo acontecido en el partido.