La propuesta que agitó el mercado

En la última semana del mercado, el Chelsea lanzó una ofensiva para fichar a Fermín López. Los Blues pusieron sobre la mesa $46 millones más variables, pero el Barcelona se plantó exigiendo al menos $105 millones por su mediocampista de 22 años. Aunque el club catalán no descartaba una venta si el jugador forzaba su salida, Fermín nunca dudó: quedarse en el Barça era su prioridad.

El vestuario tuvo mucho que ver

En entrevista con Mundo Deportivo, el canterano confesó que fueron varios compañeros quienes le dieron el empujón definitivo para mantenerse en Cataluña. “He tenido varias conversaciones con algunos de ellos. El vestuario me apoyó mucho esta semana y todos querían que me quedara”, aseguró.

Entre los nombres que mencionó están figuras de peso como Marc-André ter Stegen, capitán del equipo pese a estar lesionado, además de Ronald Araújo, Pedri y Raphinha. El respaldo de estos referentes le confirmó que su lugar sigue estando en el Camp Nou.

El valor simbólico de su decisión

Para el Barça, retener a Fermín en medio de la tormenta económica significa más que rechazar una millonada. Es apostar por un jugador formado en casa y con futuro a largo plazo. Para el futbolista, es también un mensaje: prefiere consolidarse en su club de toda la vida antes que dar un salto económico a la Premier League.

El Chelsea deberá seguir buscando refuerzos en otro lado, mientras que el Barcelona celebra que uno de sus jóvenes talentos haya elegido corazón por encima de chequera.