Fermín, el chico de El Campillo que guía al Barcelona
De niño, Fermín López fue subestimado por su estatura y por no encontrarle un lugar en las categorías inferiores del Barcelona. Sin embargo, aquel pequeño que no daba el estirón se convirtió en un gigante dentro del campo. Hoy, bajo la dirección de Hansi Flick, es el motor de un equipo que ha encontrado en él a su faro.
El joven de El Campillo, un municipio de Huelva, se ha ganado el corazón de la afición culé gracias a su entrega y polivalencia. Trabaja, presiona, recupera, llega al área, dispara con ambas piernas y, sobre todo, marca goles. Es el prototipo de futbolista moderno: completo, intenso y con una mentalidad inquebrantable.

Su salto definitivo llegó en el Linares, en Tercera División, donde desarrolló el físico y la confianza que le faltaban. Desde ahí, Xavi Hernández lo repescó para el primer equipo. Su carta de presentación fue en julio de 2023, cuando anotó un doblete en un Clásico ante el Real Madrid en Dallas. “Nos puede ayudar mucho durante la temporada”, dijo entonces el técnico catalán, anticipando lo que hoy es una realidad.
El faro del Barça de Flick
Con apenas 22 años, Fermín se ha convertido en el alma del Barcelona 25-26. En la reciente jornada de Champions League, fue la gran figura del partido ante Olympiacos, firmando un hat-trick que despertó elogios de su entrenador. “Fermín ha hecho una gran actuación. Es un jugador que lo tiene todo: marca, corre y es muy completo”, aseguró Hansi Flick tras el triunfo.
De carácter tranquilo y espíritu trabajador, el andaluz comparte una fuerte amistad con Gavi, con quien coincidió en las categorías formativas, además de Xavi Simons. Fuera del campo, combina su carrera futbolística con los estudios de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, demostrando que su ambición va más allá del balón.
Durante el verano, Fermín López estuvo cerca de abandonar el club ante el interés del Chelsea, pero decidió quedarse. Hoy, esa elección parece la más acertada: ante las ausencias de figuras como Lamine Yamal, Raphinha o Lewandowski, es él quien sostiene al equipo con su talento, sacrificio y personalidad.
El chico de El Campillo ya no es la promesa que un día fue ignorada en La Masía. Hoy, es el jugador que guía al Barcelona y representa la nueva cara de un club que vuelve a creer en su cantera.






















