La visita del FC Barcelona a Vallecas estuvo marcada por la intensidad, la presión alta del Rayo Vallecano y un partido que exigió concentración hasta el último segundo. El conjunto azulgrana, que llegaba con la necesidad de sumar para no perder ritmo en LaLiga EA Sports 2025/26, se encontró con un rival combativo y con un escenario siempre hostil para los grandes.

¿Cómo se adelantó el Barcelona en Vallecas?

El equipo de Hansi Flick inició con más ritmo que su rival y generó peligro desde temprano. Primero fue Raphinha con un disparo a los seis minutos que se marchó desviado, y más tarde Ferran Torres, que no pudo concretar tras recibir un pase en profundidad dentro del área.

La recompensa llegó al minuto 39, cuando Lamine Yamal fue derribado dentro del área por Pep Chavarría. El joven atacante se encargó de transformar el penalti y abrió el marcador, en una acción polémica porque el VAR no funcionaba durante la primera parte y no pudo revisar la jugada.

¿Cómo reaccionó el Rayo Vallecano?

El descanso le vino bien a los locales, que salieron con más claridad ofensiva en el segundo tiempo. Primero fue Isi Palazón, que exigió una gran intervención de Joan García. Después, en el minuto 66, un córner ejecutado por el propio Isi encontró solo en el segundo palo a Fran Pérez, que remató de volea para firmar el 1-1.

El gol dio confianza al Rayo, que se animó en ataque y encontró espacios en la zaga culé, cada vez más vulnerable en las transiciones y a balón parado.

¿Quién fue la figura del partido?

El gran protagonista fue Joan García, portero del Barça, que sostuvo a su equipo con intervenciones decisivas en el tramo final. Detuvo dos disparos de enorme peligro, primero de Fran Pérez y luego de Jorge de Frutos, ambos en jugadas rápidas al contragolpe.

Mientras tanto, los ingresos de Marcus Rashford y Robert Lewandowski no ofrecieron soluciones en ataque. El Barcelona acabó resignado, sin ideas para romper el entramado defensivo diseñado por Íñigo Pérez.

Un empate con sabor amargo

El Barcelona sumó un punto en Vallecas, pero dejó la sensación de fragilidad defensiva y de falta de contundencia ofensiva en los momentos clave. El Rayo Vallecano, en cambio, volvió a demostrar que su estadio es un terreno complicado para cualquier rival, sacando rédito a su intensidad y castigando las dudas azulgranas.