La primera ronda del nuevo Mundial de Clubes ha traído sorpresas, confirmaciones y también decepciones. Mientras Brasil reafirmó su dominio con paso perfecto, México respondió con resultados contundentes y la MLS celebró un avance histórico. En contraste, Argentina sufrió una de sus actuaciones más grises a nivel internacional reciente.

¿Cómo fue el rendimiento de los clubes brasileños?

Impecable. Fluminense, Palmeiras, Flamengo y Botafogo avanzaron a los octavos de final sin perder un solo partido, marcando el paso como los mejores de Sudamérica. Botafogo, incluso, venció al PSG, dando un golpe de autoridad frente a una potencia europea. La solidez defensiva, el orden táctico y el desequilibrio individual marcaron la diferencia para los brasileños, que hoy por hoy lucen un escalón arriba del resto.

¿Qué lograron los clubes mexicanos?

Rayados de Monterrey fue uno de los grandes protagonistas al golear 4-0 a Urawa Red Diamonds y clasificar a los octavos de final. El equipo dirigido por Domènec Torrent se quedó con el segundo lugar del grupo tras empatar con River Plate y vencer a los japoneses. Por su parte, Pachuca, campeón de la Concacaf, no logró avanzar tras caer ante Real Madrid y con RB Salzburg, despidiéndose del torneo en la fase de grupos.

¿Qué papel tuvo la MLS?

Por primera vez en la historia del torneo, un club de la MLS avanzó a la fase eliminatoria: el Inter Miami de Lionel Messi. El equipo norteamericano empató 2-2 contra Palmeiras y logró clasificar en su grupo, siendo el único representante de Estados Unidos en lograrlo. Aunque LAFC y Seattle Sounders quedaron fuera, la liga estadounidense celebra el paso histórico del club de Florida.

¿Qué pasó con los equipos argentinos?

La decepción fue total, aunque con matices. River Plate sumó 4 puntos tras empatar con Monterrey y vencer a Urawa, pero no le alcanzó para superar en puntos al equipo mexicano. Boca Juniors, en cambio, protagonizó una de las grandes sorpresas negativas del torneo al empatar ante Auckland City y quedó eliminado en la fase de grupos. En ambos casos, los clubes argentinos quedaron fuera antes de lo esperado.