Una de las grandes sorpresas durante el Mundial de Clubes FIFA 2025 ha sido la aplicación del estricto protocolo estadounidense ante tormentas eléctricas, que ya ha obligado a interrumpir múltiples encuentros. La seguridad es la prioridad: ante la detección de un rayo o señales de descarga eléctrica dentro de un radio de 8 millas (13 kilómetros) del estadio, se activa una suspensión inmediata del partido.

De acuerdo con la normativa vigente, tras la detección de una descarga eléctrica dentro de ese perímetro, se evacúa el estadio, los jugadores regresan a los vestuarios y se inicia una cuenta regresiva de 30 minutos sin actividad eléctricaen la zona. Si ocurre un nuevo rayo durante ese lapso, el conteo se reinicia automáticamente.

Una vez cumplido el tiempo de espera sin nuevos rayos, se permite un calentamiento breve de entre 5 y 10 minutos, indispensable para que los jugadores retomen el ritmo de competición antes de reanudar el encuentro.

¿Qué sucede si la espera se prolonga?

Si la suspensión se extiende más allá de 45 a 60 minutos, los organizadores, en conjunto con los cuerpos técnicos, deben evaluar la continuidad del partido. En estos casos, el encuentro puede ser reprogramado o incluso cancelado, dependiendo de las condiciones climáticas y logísticas.

El criterio del radio de 8 millas no es arbitrario: estudios científicos han demostrado que los rayos pueden caer hasta 10 millas de distancia del núcleo de una tormenta. Por ello, la norma busca proteger tanto a jugadores como a aficionadosfrente a las denominadas descargas eléctricas “a la deriva”.

Así funciona el protocolo de tormentas eléctricas

• Detección: Sensores avanzados o sistemas meteorológicos localizan descargas dentro del radio de 8 millas.
• Suspensión automática: El partido se detiene y el estadio es evacuado.
• Conteo de seguridad: Se inicia una espera de 30 minutos desde el último rayo detectado (reiniciada con cada nuevo impacto).
• Reanudación escalonada: Los jugadores realizan un calentamiento de 5 a 10 minutos antes de continuar.
• Evaluación final: Si la interrupción se prolonga, se toma una decisión sobre continuar, reprogramar o cancelar el partido.

Este protocolo no es exclusivo del fútbol: también se aplica en otras competiciones estadounidenses como la NFL, la NCAA, la MLS, e incluso en eventos deportivos universitarios, garantizando la máxima protección posible ante los riesgos meteorológicos.

Por esta razón, ni los equipos, ni los medios, ni los aficionados pueden hacer algo al respecto. Es una medida de seguridad que, si bien ha generado debate, prioriza la integridad de todos los presentes. Por ahora, no se prevén cambios en su aplicación, y mientras se trate de proteger vidas, bienvenida sea su continuidad.