Tras el golpe anímico que representó perder la final del Clausura 2025 ante Toluca, el América de André Jardine no tiene tiempo para lamentarse. Las Águilas ya enfocan su mirada en el próximo gran objetivo: el partido frente a LAFC por el pase al Mundial de Clubes.

El duelo, programado para este sábado en Estados Unidos, se perfila como la oportunidad perfecta para que el cuadro azulcrema cierre el semestre con una sonrisa y vuelva a recuperar parte del prestigio perdido. Jardine sabe que no hay margen de error y trabaja a fondo para presentar su mejor once.

América, herido pero con el orgullo intacto

Después de haber dominado la Liga MX con tres títulos consecutivos, América vio interrumpida su racha ganadora al caer con un global de 2-0 ante los Diablos Rojos en la gran final. Ahora, el equipo capitalino apuesta todo a nivel internacional.

“Es una nueva oportunidad para demostrar quiénes somos”, habría dicho Jardine al grupo en una charla interna, según fuentes cercanas al club. El brasileño planea mover piezas clave y no descarta incluir a un jugador que no vio actividad en el torneo local.

¿Vuelve Lichnovsky?

Una de las novedades podría ser el regreso del defensor chileno Igor Lichnovsky, quien estaría listo para reaparecer luego de varios meses de inactividad. Aunque fue dado de alta médicamente desde hace semanas, el zaguero no pudo ser registrado ni en la Liga MX ni en la Concachampions debido al exceso de extranjeros en la plantilla.

Lichnovsky ha entrenado al parejo del grupo y está físicamente disponible, aunque su falta de ritmo competitivo genera dudas. Jardine mantiene como titulares a Sebastián Cáceres, Israel Reyes y Ramón Juárez, quienes cerraron el torneo con buen nivel.

Sin embargo, la experiencia internacional del chileno y su capacidad en duelos de alta tensión podrían jugar a su favor. No sería extraño que el técnico azulcrema apostara por su liderazgo en un partido que puede definir el semestre.

Más que un boleto, un partido por el honor

Para el América no se trata solo de clasificar al Mundial de Clubes. Se trata de limpiar la imagen, de levantar la cabeza tras la caída en la final, y de demostrar por qué es considerado uno de los gigantes del fútbol mexicano.

La presión es alta, pero también lo es la motivación. Enfrente está un LAFC con figuras, intensidad y localía, pero el América tiene jerarquía, historia y la necesidad imperiosa de salir a flote. La última bala del semestre se dispara este sábado.