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Caos absoluto en Camerún: dos listas, dos entrenadores y un conflicto antes de la AFCON 2025
Camerún llega a la AFCON envuelto en una crisis inédita: dos convocatorias, dos entrenadores y un pulso de poder que rompe toda lógica deportiva.
Una selección dividida en plena cuenta regresiva para la AFCON
Camerún se prepara para iniciar la AFCON 2025 sumido en una de las mayores crisis institucionales de su historia reciente. A menos de dos semanas del debut ante Gabón, el país ha sorprendido al mundo del fútbol al presentar dos listas de convocados y dos cuerpos técnicos que aseguran ser los legítimos líderes del proyecto nacional. Lo que debía ser una concentración marcada por el enfoque y la disciplina se ha convertido en un escenario de confusión, tensión y enfrentamientos públicos.
El origen de esta fractura es el choque frontal entre Samuel Eto’o, presidente de la Federación Camerunesa de Fútbol, y Marc Brys, técnico contratado por el Ministerio de Deportes. A pesar de que Eto’o anunció el despido del belga, Brys afirma que su contrato sigue vigente y que no acepta la destitución. En respuesta, Eto’o nombró a David Pagou como reemplazo y presentó una lista de 28 jugadores… totalmente diferente a la de Brys.
Eto’o contra Brys: un conflicto que estalla públicamente
La tensión se desbordó cuando Brys calificó a Eto’o de “narcisista” y lo acusó de tomar decisiones pensando en intereses personales antes que en el bien de Camerún. Sus declaraciones revelan una relación rota desde el primer día. Según Brys, Eto’o nunca lo quiso en el cargo y buscó su salida desde el inicio de su gestión. La ausencia de figuras como André Onana, Eric Choupo-Moting y Vincent Aboubakar en la lista oficial presentada por Eto’o solo alimentó la sospecha de que las decisiones respondían a un conflicto de poder más que a criterios deportivos.
Brys respondió haciendo pública su propia convocatoria, defendiendo su autoridad y señalando que, mientras no exista un documento firmado por la Presidencia que formalice su salida, él sigue siendo el seleccionador legítimo. La situación ha generado un vacío de poder sin precedentes, dejando a los jugadores, al cuerpo técnico y a la afición sin claridad sobre quién dirigirá realmente a los Leones Indomables en el torneo.
Una crisis que se suma al fracaso deportivo reciente
El conflicto estalla en el peor momento para Camerún. La selección ya arrastraba un duro golpe deportivo tras quedar eliminada del Mundial 2026, superada por Cabo Verde en el grupo y posteriormente por República Democrática del Congo en el repechaje. Esa eliminación, inédita para una potencia africana, ya había encendido las alarmas internas sobre la gestión deportiva.
Además, Eto’o ha estado bajo la lupa por sanciones disciplinarias impuestas por FIFA, acusaciones de corrupción y tensiones previas con miembros del cuerpo técnico. Este historial ha amplificado la percepción de inestabilidad alrededor de la federación, profundizando la desconfianza entre dirigentes, entrenadores y aficionados en un periodo donde el equipo debería mostrar unidad absoluta.
Un futuro inmediato lleno de incertidumbre
Con la AFCON a la vuelta de la esquina, Camerún se encuentra frente a un rompecabezas institucional que debe resolverse con urgencia. Solo uno de los dos entrenadores podrá sentarse en el banquillo para el debut del 24 de diciembre, y aún no existe una respuesta oficial sobre quién tendrá la autoridad final ni qué lista de jugadores será reconocida por el organismo rector.
Lo único claro es que la selección llega al torneo más importante del continente envuelta en una tormenta interna. Una nación con cinco títulos africanos no puede permitirse semejante caos, pero las próximas horas serán decisivas para definir el rumbo de un equipo que, entre conflictos y divisiones, intenta mantener viva la esperanza de competir.













