Un título que puede viajar 10.000 kilómetros

La escena parece salida de un guion imposible: Palmeiras pelea la final de la Copa Libertadores en Lima, Abel Ferreira dirige otra noche decisiva… y a más de 10.000 kilómetros, dos exjugadores del Verdao siguen cada detalle como si aún estuvieran en el túnel de vestuarios. Son Estevao Willian y Richard Ríos, dos futbolistas que ya no visten de verde, pero que todavía podrían levantar el trofeo más deseado del continente.

El fútbol tiene ironías deliciosas, y esta es una de ellas: dos piezas clave de la campaña que ya viven en Europa podrían terminar la temporada con una medalla de campeón de América. Todo porque el reglamento los reconoce como parte integral del camino de Palmeiras.

Estevao Willian: la joya que despegó antes de irse

Con apenas 18 años, Estevao Willian revolucionó al fútbol brasileño y europeo. Antes de marcharse al Chelsea, dejó su marca en la fase de grupos: cinco partidos, cuatro goles y actuaciones de élite que anticiparon su salto. Su verdadero estallido llegó en el Mundial de Clubes, cuando brilló precisamente ante el club que terminaría fichándolo. Una paradoja futbolera que pocos olvidarán.

Su presente está en Londres, pero su corazón —y su historia reciente— siguen ligados a Palmeiras. Si el Verdao levanta la copa, él también será campeón.

Richard Ríos: del motor de Palmeiras al salto a Benfica

El otro protagonista es Richard Ríos, uno de los mediocampistas más queridos por Abel Ferreira. También disputó cinco partidos en la fase de grupos, también marcó —dos goles— y también utilizó el Mundial de Clubes como vitrina para su salto a Europa. Benfica no dudó ni un segundo: lo quería ya para reforzar su proyecto deportivo.

Hoy vive la intensidad del fútbol portugués, pero con un ojo inevitablemente puesto en lo que ocurre en Lima. Porque esa Libertadores… también es un pedazo suyo.

Una Libertadores que podría tener campeones invisibles

El reglamento es claro: los futbolistas inscritos y que participaron en la campaña tienen derecho al título aunque ya no formen parte del club para la final. Y en un torneo donde cada minuto cuenta, la contribución de Estevao y Ríos no es menor.

Por eso, mientras Palmeiras intenta escribir otra página dorada de su historia, dos de sus viejos soldados esperan desde Europa lo que podría ser uno de los títulos más significativos de sus carreras.

Una Libertadores que puede viajar miles de kilómetros para llegar a sus vitrinas sin que ellos pisen el césped en Lima… pero estando, de todas formas, en la foto del campeón.

Porque así es el fútbol: impredecible, hermoso y lleno de historias que parecen imposibles hasta que ocurren.