Nunca antes habían ganado la Bundesliga. Nunca. Por primera vez los hinchas del Bayer Leverkusen saborearon un éxito así y la fiesta estaba asegurada.

Dentro del terreno de juego los hinchas invadieron el césped. Fuera del estadio, la euforia no se detuvo. Hubo fans que incluso viajaron desde Australia para vivir un día histórico. 

Hubo hinchas que pidieron una estatua para Xabi Alonso en el estadio después de una temporada que perdurará en la historia del club para siempre. Y todavía puede ser mejor.

El apodo de "Neverkusen" que hacía referencia a la incapacidad del Bayer para ganar la competición liguera ya no se podrá usar nunca más. Ahora el club alemán ya sabe a qué sabe. Y a lo que sabe es a gloria.