Kane y un sueño americano

Harry Kane no solo es uno de los mejores goleadores de Europa, también es un apasionado de la NFL. El delantero del Bayern Múnich ha confesado en varias ocasiones que sueña con cambiar el fútbol por el emparrillado en el futuro. “Siempre está en un rincón de mi mente”, admitió el capitán de Inglaterra en entrevistas recientes.

Ese sueño recibió un espaldarazo inesperado esta semana. Según declaraciones recogidas por BILD, el legendario mariscal de campo Eli Manning aseguró que Kane tendría las puertas abiertas en los New York Giants en el momento que lo desee: “Por supuesto que podría. Los Giants le darían la bienvenida como su nuevo pateador en cualquier momento”, afirmó.

Goleador insaciable en Alemania

La propuesta llega en un momento en el que Kane atraviesa un inicio demoledor de temporada. El inglés suma 13 goles en sus primeros siete partidos del curso 2025-26, ocho de ellos en apenas cuatro jornadas de Bundesliga. Está cerca de alcanzar los 100 tantos con el Bayern y podría convertirse en el jugador más rápido en lograr esa cifra en un solo club de las cinco grandes ligas si marca un doblete ante el Werder Bremen.

A sus 32 años, Kane desafía la lógica del desgaste físico. Lejos de bajar su rendimiento, promedia prácticamente un gol por partido con los bávaros y deja claro que quiere seguir compitiendo al máximo nivel en el fútbol europeo.

Entre el futuro y el presente

Aunque su sueño de la NFL parece lejano, Kane no oculta su admiración por la liga estadounidense ni por Tom Brady, a quien considera su referente. De hecho, suele asistir a partidos de las grandes citas de la liga. El respaldo de Manning no hace más que alimentar la especulación sobre lo que podría ser una carrera alternativa cuando decida colgar las botas.

Mientras tanto, su presente sigue ligado al Bayern, aunque en Inglaterra tampoco pierden la esperanza de verlo regresar. El técnico del Tottenham, Thomas Frank, señaló recientemente que Kane sería “más que bienvenido” si algún día decide volver. Sin embargo, desde la directiva bávara, Max Eberl dejó claro que cualquier decisión sobre el futuro estará únicamente en manos del jugador.