La confesión más dura de Rooney

A sus 39 años, Wayne Rooney habló como nunca antes de los fantasmas que marcaron su carrera. El exdelantero del Manchester United reconoció que el alcohol fue su vía de escape en los momentos de mayor presión, llegando a beber hasta perder la conciencia en sus primeros años como profesional. “He tenido muchos desafíos, dentro y fuera del campo, y mi escape era el alcohol”, confesó durante una charla en el pódcast Rio Ferdinand’s Presents.

El exjugador admitió que la vergüenza y el sentimiento de haber defraudado a su entorno lo llevaron a esconderse en casa y beber durante días. “No sabía cómo lidiar con eso de otra manera, así que elegí el alcohol para intentar superarlo”, relató Rooney, dejando al descubierto los episodios más oscuros de su vida personal.

El papel clave de Coleen

En medio de esa tormenta, hubo alguien que evitó que todo se derrumbara: Coleen Rooney. “Si no fuera por mi esposa, estaría muerto”, aseguró con contundencia. La conoció en su adolescencia en Croxteth y desde entonces ha sido su gran sostén. “Ella podía ver, conocía mi mente y sabía que era un poco diferente. Siempre supo cómo manejarme cuando más lo necesitaba”, reconoció Rooney.

Coleen, por su parte, nunca ocultó lo duro de afrontar la infidelidad y los excesos de su marido, pero explicó que decidió seguir a su lado por sus hijos y por la convicción de mantener a la familia unida. “No hay nada que no podamos afrontar juntos”, aseguró.

Un nuevo rumbo

Tras más de dos décadas juntos y cuatro hijos en común, los Rooney parecen haber dejado atrás sus peores momentos. Wayne encontró estabilidad en su nueva etapa como comentarista en Match of the Day y con su propio pódcast, The Wayne Rooney Show. Aunque su carrera como entrenador aún genera debate, su historia personal hoy es un ejemplo de resiliencia y de cómo el apoyo familiar puede marcar la diferencia.