La dinastía Mora: el padre que debutó a la joya del fútbol mexicano

El meteórico ascenso de Gilberto Mora no es casualidad. Detrás del nuevo fenómeno del fútbol mexicano está su padre, Gilberto Mora Olayo, exjugador profesional y actual entrenador de Fuerzas Básicas del Club Tijuana. Él no solo le heredó el amor por el balón, sino que además fue quien lo debutó oficialmente en categorías juveniles.

Mora padre fue una figura clave en el ascenso histórico de los Xolos de Tijuana a Primera División, y también dejó huella en clubes como Toluca, Puebla y Jaguares de Chiapas. Su carrera como mediocampista comenzó en 1996, y tras varios años de esfuerzo, se retiró en 2011, justo después de lograr el sueño del ascenso con Tijuana.

Aquella etapa marcó el inicio de una nueva historia familiar. En las tribunas del Estadio Caliente, un pequeño “Gil Morita”, de apenas dos años, ya seguía los pasos de su papá con unos diminutos tacos puestos, sin imaginar que pronto sería él quien brillaría en la cancha.

El jugador que hizo historia y heredó el espíritu competitivo

Uno de los momentos más recordados de la carrera de Mora Sr. ocurrió en el Clausura 2003, cuando un gol suyo salvó del descenso a Jaguares de Chiapas. Aquel zurdazo al ángulo cambió la historia del club y quedó grabado en la memoria de los aficionados.

Años más tarde, en la final del Apertura 2010, fue pieza clave en el título de Tijuana al asistir a Javier Gandolfi en el primer gol de la serie ante Veracruz. Esa victoria marcó el camino hacia la Primera División. En la celebración, Gilberto Mora padre levantó el trofeo con su hijo en brazos, un gesto simbólico del inicio de una nueva generación de talento.

El padre que debutó al hijo

Tras su retiro, Mora Olayo inició su carrera como entrenador, trabajando primero como auxiliar técnico en Chiapas y luego en las divisiones inferiores de Tijuana. En 2019, tuvo el privilegio de debutar a su propio hijo en el equipo Sub-13 de los Xolos durante el torneo Primavera.

Desde ese primer partido donde Gil Jr. anotó un gol ante Querétaro, el joven demostró un talento fuera de serie. Antes de cumplir 16 años, ya había marcado 39 goles en fuerzas básicas. Su progreso fue tan notable que debutó en Primera División con apenas 15 años y 320 días, y poco después se convirtió en el jugador más joven en marcar en la Liga MX.

Orgullo, disciplina y futuro europeo

Hoy, Gilberto Mora es una de las mayores promesas del fútbol mexicano. Su nombre resuena en las oficinas del Barcelona y del Real Madrid, clubes que siguen de cerca su evolución. Mientras tanto, su padre se mantiene firme en su papel de guía, recordándole siempre la importancia de la humildad y la disciplina.

“Un jugador no puede solo; necesita familia y valores”, ha dicho Mora Olayo en una entrevista reciente con TUDN Radio. Esa filosofía es la que ha mantenido al joven “Gil Morita” con los pies en la tierra, aun cuando su carrera apunta al estrellato.

La historia de los Mora no solo es la de un padre y un hijo, sino la de una dinastía futbolística mexicana que podría marcar una época.