Wesley Sneijder y Sergio Busquets no eran extraños a las intensas batallas en el campo durante sus ilustres carreras, vistiendo las camisetas del Inter de Milán, el FC Barcelona y sus respectivas selecciones nacionales, Países Bajos y España. 

Años después de sus feroces enfrentamientos, Sneijder ha hablado sobre su conflictiva relación con el actual centrocampista del Inter Miami, lanzando algunas duras críticas.

En una reciente tertulia de Ziggo Sports, Sneijder no se contuvo en sus comentarios sobre Busquets, a quien calificó como "un jugador extremadamente molesto" que "siempre se le permitía pegar, pero nunca recibir." Además, criticó la reacción de Busquets al ser foulado, afirmando: "En cuanto recibía una, se ponía a llorar. Un completo bebé llorón."

El exinternacional neerlandés recordó la intensa rivalidad, señalando: "Literalmente tenía peleas con él en cada partido. En un momento, le dije: ‘Este verano te veré en Ibiza y ahí hablaremos tú y yo.’"

Reflexionando sobre un partido memorable de 2010, en el que su equipo derrotó al Barcelona 3-1 en casa, Sneijder describió un incidente que encapsuló su frustración con Busquets. 

"A los ocho minutos, Thiago Motta le dio y Busquets empezó a rodar por el suelo mientras miraba a través de sus manos para ver si expulsaban a Motta. Luego se levantó y estaba perfectamente, el bebé llorón. Un jugador asqueroso contra el que jugar."

Las declaraciones de Sneijder reavivan el debate sobre la intensidad física y los juegos mentales que a menudo se ven en el fútbol, mostrando cómo las rivalidades pueden dejar impresiones duraderas mucho después del pitido final.