En una columna para L'Équipe, el máximo goleador de la selección francesa habla sobre la llegada del extremo del París Saint-Germain y su evolución.

Por primera vez en muchos años, Olivier Giroud vivirá esta pausa internacional lejos de Clairefontaine. En julio pasado, el delantero francés se retiró tras la eliminación del equipo de Francia en las semifinales de la Eurocopa 2024 (1-2 contra España) y se mudó a Los Ángeles para disfrutar de una última experiencia a los 37 años, lejos de la presión mediática del Viejo Continente.

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Un Potencial Cierto

Aprovechando su nuevo estatus de retirado de la selección, el delantero francés aceptó ser columnista excepcional para L'Équipe. En una nueva edición, comparte su opinión sobre Bradley Barcola, quien aspira a un lugar en el once titular contra Italia el viernes y contra Bélgica tres días después. Un joven jugador que llegó la temporada pasada y que no tardó en impresionarlo. "Siempre ha sido discreto fuera del campo. Es alguien que habla poco (…) Lo que me sorprendió de él, y de los jóvenes de hoy en día, es que son muy seguros durante los primeros entrenamientos. Especialmente él", escribe Giroud. Estos primeros entrenamientos permitieron al máximo goleador de la selección francesa hacerse una idea del valor del parisino. "Desde el principio mostró de lo que es capaz. Entonces ves el potencial. Aún tiene margen de progreso, pero ya es muy hábil en los regateos y en la penetración", señala el Tricolor con 137 selecciones, elogiando también el hecho de que Bradley Barcola sea "un buen tipo". No es una cualidad técnica, sino una calidad humana importante en un grupo.

Encantado por haberlo conocido, Olivier Giroud ahora podrá observar desde la distancia la evolución del ex jugador del Lyon, quien Didier Deschamps podría considerar como una pieza clave para el nuevo ciclo que ha iniciado bajo el liderazgo del capitán Kylian Mbappé.