La sucesión de lesiones de ligamento cruzado ha sido una de las protagonistas de este fin de semana. En el transcurso de LaLiga, se tuvieron que lamentar hasta un total de tres roturas por parte del defensa del Real Madrid Éder Militao, la segunda en apenas un año, del extremo del Villarreal Ilias Akomach y del lateral del Leganés Enric Franquesa.

La primera de ellas, se produjo en el minuto 27’ del encuentro entre el Real Madrid y Osasuna, cuando Militao se tuvo que retirar en camilla al quedarse clavada la rodilla derecha, cuando trataba de rematar un balón, y cayó al césped entre grandes gestos de dolor.

Tras las pruebas médicas, se le diagnosticó una rotura completa del ligamento cruzado anterior de la pierna derecha con afectación de ambos meniscos, la segunda en quince meses, tras la que sufrió la temporada pasada en la primera jornada de liga ante el Athletic Club en San Mamés, cuando se rompió los ligamentos cruzados de su rodilla izquierda, que le tuvo apartado más de siete meses, regresando, precisamente, ante el equipo vasco en el Santiago Bernabéu. 

El conjunto blanco está siendo uno de los equipos más afectados por este tipo de dolencia ya que el pasado 5 de octubre Dani Carvajal sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior, del ligamento colateral externo y del tendón poplíteo en su pierna derecha, que se sumaban a las de Joan Martínez y César Palacios, dos de los jóvenes más prometedores de La Fábrica, sin olvidar los mismos percances de cruzados también el pasado curso del meta Thibaut Courtois y del defensa David Alaba.

Pocas horas después del infortunio de Militao, en el Villarreal-Alavés, Ilias Akhomach, que había marcado el primer gol para el submarillo amarillo, fue otro de los damnificados por la 'plaga del cruzado', al tener que retirarse del terreno de juego minutos antes del descanso, y tras confirmarse la dolencia, no jugará más en lo que queda de temporada. 

Recientemente, el pasado, le tocó el turno al delantero Mauro Icardi, que milita en el Galatasaray turco, en el encuentro de Europa League frente al Tottenham, que tras confirmarse los peores presagios, su compañero Victor Osimhen, despues de abrir el marcador frente al Samsunspor, levantó una camiseta con el nombre del argentino y la mostró a todo el estadio.

Desgraciadamente, en el campeonato liguero, este tipo de lesiones están siendo una constante. El líder de la Liga, el Barcelona, también ha sufrido esta dolencia en la figura del canterano Marc Bernal, que tuvo una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda con afectación en el menisco, en el Estadio de Vallecas frente al Rayo, en un encuentro correspondiente a la tecera jornada, justo cuando parecía haber derribado la puerta del primer equipo.

Asimismo, aunque no fue la misma lesión, el portero alemán Marc André ter-Stegen sufrió una rotura completa del tendón rotuliano de la rodilla derecha, en la sexta jornada, que le tendrá apartado de los terrenos de juego en torno a ocho meses. Otros de afectados en la presente campaña en la liga española con este 'virus' del cruzado han sido el jugador de la Real Sociedad Hamari Traoré y el defensa del Valencia Thierry Correia.

El fútbol internacional no es ajeno a este problema. En Inglaterra, se conoció el pasado 25 de septiembre la rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha del español Rodri Hernández, centrocampista del Manchester City y reciente ganador del Balón de Oro, que se sumaba a la del jugador del Wolverhampton Enzo González.

En el caso de Italia, también han sufrido varias lesiones de esta índole como el caso del delantero italiano Gianluca Scamacca, del Atalanta, el defensa del Juventus Glesion Bremer, el defensa colombiano del Torino Duván Zapata o el defensa del Roma Alessandro Florenzi entre otros, y en Francia, se ha convertido en el mayor temor de los equipos ya que hasta seis jugadores lo han sufrido

La plaga de lesiones, especialmente del cruzado, está siendo muy continua en estos primeros meses de competición, y es muy compleja por el gran tiempo de recuperación que se necesita y porque, en muchas ocasiones, dificulta la vuelta del futbolista a su mejor versión.