Kroos saca su varita mágica por última vez como madridista
Toni Kroos supo de nuevo, por última vez como futbolista luciendo la camiseta de su club, sacar su varita mágica para poner en la cabeza de Carvajal un balón que queda desde ya para la historia del madridismo.
El saque de esquina que dio el gol al Madrid será el último gran servicio a la causa del alemán, retirado para siempre de un equipo campeón en el minuto 85 de un partido que sella una trayectoria de leyenda.
Poco dado a explicitar sus sentimientos -pese a su emoción en el homenaje que le tributó el Santiago Bernabeu en su última actuación-, Kroos salió del campo con una enorme sonrisa en la cara y en medio de una atronadora ovación.
Se encaramó a una de las vallas del fondo de la afición madridista, donde recibió los gritos de "¡Toni!¡Toni!" de sus seguidores mientras él mismo los alentaba con los brazos.
Terminaba así una carrera en el Real Madrid para todos los tiempos, un nombre que no hizo ruido al entrar, pero que sale en medio del ensordecedor reconocimiento de todo el mundo del fútbol.
Guardaba lo mejor para el final: su saque de esquina al primer palo, rematado de forma sublime por Carvajal, le daba al Real Madrid la Decimoquinta.
Una vez más, una asistencia del centrocampista alemán estaba detrás de un título madridista. A su salida del campo, Carlo Ancelotti lo recibió con un fuerte abrazo y unas palabras al oído. Uno por uno, sus compañeros le felicitaron y abrazaron, como líder silencioso del vestuario que siempre ha sido.
Con la medalla de campeón al cuello, Kroos miró por última vez a la grada. El Madrid extrañará al hombre que convirtió sus piernas en un compás para trazar algunos de los dibujos más bellos de su centenaria historia.