Durante una cobertura especial de la pasión xeneize en Miami, Andi Bonamino entrevistó para beIN SPORTS USA al periodista español Juan Castro, reconocido por haber entrevistado en más de una docena de ocasiones a Diego Armando Maradona. En la charla, Castro compartió recuerdos íntimos de su relación con el “10” y reflexionó sobre lo que implicó tener una cercanía real con una figura tan icónica como impredecible.

“Le entrevisté 12 veces. Estuve en muchos sitios con él, más allá de las entrevistas. He vivido muchas cosas con Diego”, relató Castro. Su primer encuentro fue en el Hotel Cusco de Madrid, en 2006, tras cuatro años de esfuerzos por acercarse a su entorno. “Me costó mucho llegar ahí. Pero desde entonces, tuvimos muchas charlas, muchos momentos. Yo hasta lo recogía del aeropuerto cuando venía a Madrid”, contó.

El genio y su temperamento

Castro subrayó lo impredecible que podía ser Maradona, lo cual exigía estar siempre alerta. “Él se subía a mi coche, se sentaba atrás con un puro, y yo no hablaba hasta que él hablara primero. Había que medirle el humor, ver de dónde venía, con quién venía”, recordó entre risas, dejando entrever el respeto que se debía tener ante una figura tan intensa.

Uno de los momentos más emotivos fue su último encuentro con Diego, cuando ya dirigía a Gimnasia y Esgrima La Plata. “Nos dimos un abrazo largo, de esos que uno no se olvida. Iba a organizar su cumpleaños con todos sus hijos, pero murió 20 días después. Alcancé a llegar a su entierro, fue mi forma de despedirme”, dijo conmovido.

Admiración por Riquelme y pasión por Boca

Además de su vínculo con Maradona, Juan Castro se declaró admirador confeso de Boca Juniors y en especial de Juan Román Riquelme, con quien también ha compartido entrevistas. “Román es Román. Aunque Gary Medel metió dos goles en ese superclásico, el premio se lo dimos a Riquelme. No había discusión”, afirmó con entusiasmo.

En un cierre más distendido, el periodista confesó su sueño pendiente: “Antes de que se retire, quiero jugar con Román y hacerle un caño. Aunque seguro él me lo hace primero, pero bueno, hay que intentarlo”. Así, su testimonio no solo honra la memoria de Maradona, sino que transmite cómo la pasión por el fútbol argentino trasciende fronteras, generaciones y profesiones.