Dominio brasileño en duelos oficiales; igualdad en amistosos
Diez años y nueve meses después, España y Brasil se reencuentran, con un último recuerdo doloroso para el equipo español que añadir en partidos oficiales, la dura derrota en Maracaná (3-0) en la final de la Copa Confederaciones 2013 que amplió el dominio brasileño en duelos oficiales en un historial que se iguala únicamente en amistosos.
El Neymar más deslumbrante frenó en seco la victoriosa racha de grandes éxitos de la selección española, que tras dos Eurocopas consecutivas y un Mundial quería poner el gran broche. Inigualable la opción de vencer a Brasil en su templo, Maracaná, pero la realidad distó mucho y se convirtió en uno de los correctivos más duros que sufrió la 'generación de oro' de España.
Sentenciada la final del 30 de junio de 2013 en el primer acto. Con la superioridad de Neymar sobre Álvaro Arbeloa, que provocó su cambio al descanso. El tanto nada más arrancar de Fred, que repetiría de nuevo a los dos minutos de la reanudación tras el descanso. El gol que coronaba a Neymar como el gran referente del equipo más laureado de la historia del fútbol.
El 3-0 extendía un dominio de Brasil en duelos oficiales. España solamente venció uno, el primero. En los octavos de final del Mundial de 1934 cuando un doblete de Lángara y un tanto de Iraragorri sentenciaban el duelo en apenas 29 minutos.
El reencuentro tardó 16 años en llegar y dejó el primer día para el olvido de España en Maracaná. Vapuleada el 16 de julio de 1950, la mayor goleada en la historia del enfrentamiento, cuando Brasil endosaba un 6-1 con una hornada de futbolistas de gran talla. Los dobletes de Ademir y Chico más los tantos de Jair y Zizinho fueron un duro castigo para los españoles. Ramallets firmó el tanto de la honra en un Mundial al que la selección española acudía con muchas esperanzas.
Las desilusiones de España con los arbitrajes ante Brasil comenzaron en 1962. El 6 de junio en el Mundial de Chile se jugaba pasar la fase de grupos ante la Canarinha liderada por Garrincha. El protagonista acabó siendo el colegiado chileno Bustamante, que sacó fuera del área un penalti y anuló un gol legal de Adelardo. Ya había adelantado a la Roja, que acabó siendo eliminada por un doblete de Amarildo.
En el Mundial de 1978, en el cuarto enfrentamiento, quedó para el recuerdo la acción de Cardeñosa en la fase de grupos. España empató a cero ante Brasil y la jugada del partido llegó en un gran salto de Santillana tras una mala salida del portero Leao. Con todo a su favor para marcar, Cardeñosa esperó, avanzó y el balón botó mal cuando fue a chutar. Lo estrelló ante el defensa Amaral, el único que tapaba el arco. La Roja quedó eliminada y esa jugada se clavó en el corazón de sus aficionados.
En otro Mundial, el de México 1986, la España de la 'Quinta del Buitre' dejó a uno de sus integrantes como triste protagonista. Un saque de esquina de Víctor Múñoz lo cabeceó hacía atrás Maceda, el balón cayó sobre Míchel, que lo mató con el pecho y enganchó un derechazo que besó el travesaño y botó dentro de la portería brasileña.
El árbitro no dio gol y la derrota en el inicio del campeonato llegaba con un tanto de Sócrates a Andoni Zubizarreta en fuera de juego aprovechando el rechace de un disparo a la madera. Aquellos tiempos sin VAR.
En partidos amistosos las dos selecciones se enfrentaron en tres ocasiones. En 1981 en Salvador de Bahía venció Brasil con un tanto nada más comenzar, a los tres minutos, de Baltazar a Arconada tras un saque de esquina. En 1990 llegó el triunfo más holgado de España en El Molinón de Gijón, 3-0 con tantos de Carlos, Fernando y Míchel.
Y el último precedente fue un empate sin goles en 1999, en el estadio Balaídos de Vigo de la selección española de Pep Guardiola y Raúl González. Da paso a uno en el que España y Brasil unen sus voces contra el racismo y el lema 'Bajo una misma piel' para poner freno a varios actos racistas que ensucian el fútbol y la sociedad.
El balance total en los nueve enfrentamientos es de cinco triunfos de Brasil, dos empates y dos victorias de España, que se quedó sin hacer gol en cinco duelos, marcó ocho tantos y encajó catorce.
