De ídolo eterno a jugador secundario

El arranque de temporada ha sido una pesadilla para los Dallas Mavericks, pero lo que ocurre con Klay Thompson parece aún más doloroso. El conjunto texano no levanta cabeza tras la salida de Luka Doncic rumbo a los Los Angeles Lakers, y aunque Jason Kidd intenta reestructurar el equipo, el panorama luce sombrío: un récord de 2-6, derrotas ante rivales como los New Orleans Pelicans, y un vestidor sin rumbo.

En medio de ese caos, emerge la figura de Thompson, quien ha pasado de ser una leyenda viviente a ocupar un papel secundario. Por primera vez desde el 2012, el escolta arrancó un partido como suplente, marcando un cambio drástico en la carrera de un jugador que fue pieza clave en la dinastía de los Golden State Warriors, donde conquistó cuatro campeonatos y disputó seis Finales junto a Stephen Curry y Steve Kerr.

Las lesiones marcaron un antes y un después en su carrera. Dos roturas graves —de ligamento cruzado anterior y tendón de Aquiles— lo alejaron de las duelas durante casi dos años. Desde entonces, su rendimiento nunca volvió a ser el mismo. En su más reciente partido como suplente, terminó con 0 puntos, 0 de 6 en tiros de campo y 0 de 5 en triples, una cifra impensada para uno de los tiradores más precisos en la historia.

Jason Kidd cambia el libreto y Klay toca fondo

Ante la falta de resultados, Jason Kidd no tuvo otra opción que enviarlo al banco para darle paso a D’Angelo Russell en el quinteto titular. Una decisión casi simbólica, pues Thompson, el quinto jugador con más triples anotados en la historia de la NBA, había iniciado 821 de sus 874 partidos como titular.

Sus promedios actuales son los más bajos de su carrera: 7.4 puntos, 2.8 rebotes y 2 asistencias, con apenas 31.4% de acierto en tiros de campo y 26.7% en triples. Lo que antes fue su arma más letal, hoy se ha convertido en su mayor debilidad.

Pese a todo, Thompson asegura estar tranquilo y enfocado, mientras Kidd sostiene que la decisión fue “de mutuo acuerdo”. Sin embargo, los rumores de un posible traspaso ya circulan en el entorno del jugador.

El declive de Klay Thompson simboliza el inevitable paso del tiempo y la fragilidad de las leyendas deportivas. El hombre que alguna vez encendió la NBA con su tiro perfecto, hoy busca reencontrarse con su propio legado en un nuevo capítulo de su carrera.