Fue la noche en que el mundo de la NBA se detuvo. El 1 de febrero de 2025, Shams Charania de ESPN publicó un tuit que nadie podía imaginar: los Los Angeles Lakers traspasaban a Anthony Davis a los Dallas Mavericks a cambio de Luka Dončić.

Dentro del chat grupal del equipo, el novato Bronny James fue el primero en compartir la noticia, pensando que la publicación podría ser un hackeo. El mensaje provocó un shock entre la plantilla, mientras los jugadores luchaban por verificar lo que apenas podían creer. En cuestión de segundos, comenzaron a llegar confirmaciones, y la incredulidad se transformó en emoción pura.

La salida emotiva de Davis y la reacción sorprendida de LeBron

La primera reacción de Anthony Davis fue de total sorpresa. “¿Estos ------ acaban de traspasarme?”, escribió supuestamente antes de desear suerte a sus compañeros y abandonar el chat.

Davis, quien pasó cinco temporadas junto a LeBron y ayudó a conquistar el título de la NBA en 2020, admitió más tarde a fuentes cercanas que su frustración se mezclaba con confusión y tristeza.

La respuesta de LeBron James llegó unos momentos después: un simple mensaje de tres letras que se volvió viral al instante: “W--”. Fue breve, pero resumía el sentimiento de un vestuario sorprendido por el secretismo de la dirigencia.

Según el nuevo libro de Yaron Weitzman, A Hollywood Ending: The Dreams and Drama of the LeBron Lakers, incluso el personal veterano quedó fuera de la información hasta que se concretó el traspaso, manteniendo total confidencialidad entre el gerente general de los Lakers, Rob Pelinka, y el de los Mavericks, Nico Harrison.

Del shock a la transición

Las consecuencias del traspaso fueron igualmente dramáticas. Mientras los aficionados de Dallas estaban furiosos por perder a su pilar All-NBA, Los Ángeles celebró la maniobra como el inicio de una nueva dinastía con la dupla Dončić-James.

Davis, ahora con la camiseta de los Mavericks, asumió el desafío de liderar una franquicia ansiosa por recuperarse de una temporada turbulenta. LeBron y Dončić, mientras tanto, formaron rápidamente uno de los dúos más dinámicos de la liga, simbolizando tanto los despiadados negocios de la NBA como la resiliencia de sus estrellas.