Kevin Durant reacciona a los abucheos en el debut contra OKC Thunder
Kevin Durant afrontó la hostilidad en la noche inaugural, respondiendo al coro de abucheos de los aficionados de Thunder con su característico humor y energía desafiante.
Cuando los Houston Rockets visitaron a los Oklahoma City Thunder en la noche inaugural, el escenario estaba listo para el drama. Los aficionados de los Thunder, recién salidos de la celebración del campeonato 2025, recibieron a una cara conocida, pero no con los brazos abiertos.
Kevin Durant, en su primera aparición con Houston tras un traspaso en la offseason, fue recibido con abucheos ensordecedores en cuanto su nombre resonó en el Paycom Center. En lugar de retraerse ante la hostilidad, Durant la enfrentó, sonriendo mientras los cánticos llenaban el estadio durante la ceremonia de anillo y pancarta de OKC.
Habiendo evitado la ceremonia quedándose en el vestuario “para que ellos disfrutaran su noche”, su entrada posterior solo intensificó la reacción del público.
Durant responde con humor y compostura
En un momento que se volvió viral al instante, Durant se giró hacia la multitud y se rió, abucheando burlonamente a los aficionados que lo abucheaban. “Boo para ustedes también, h—”, gritó con una sonrisa, abrazando por completo el papel de villano que lo ha seguido desde su partida a Golden State en 2016.
Tras el partido, Durant restó importancia al intercambio: “Todo es con cariño. Ellos se ganaron sus vítores, yo me gané mis abucheos. Eso es baloncesto”, dijo a los periodistas después del juego.
Su capacidad de convertir la animosidad en motivación reflejó no resentimiento, sino una sensación de paz con su complicada herencia en OKC. “Sé lo que construimos aquí, y hay respeto de ambos lados”, añadió.
De los abucheos al baloncesto
En medio de la tensión juguetona, Durant ofreció un debut sólido (23 puntos y nueve rebotes), pero sus Houston Rockets cayeron en un emocionante partido de doble tiempo extra 125–124. La multitud estalló cuando Shai Gilgeous-Alexander le cometió la sexta falta a Durant al final del segundo tiempo extra, sellando una victoria poética para los campeones reinantes.
Aun así, el veterano de 17 temporadas mostró destellos de su antigua brillantez, silenciando los abucheos con tiros de media distancia precisos y jugadas decisivas a lo largo del partido.
Para Durant, los abucheos ya no son una carga. Son parte de un legado que ha aceptado, uno que sigue evolucionando cada vez que regresa a la ciudad que lo ayudó a convertirse en un ícono del baloncesto.












