A sus 62 años, Michael Jordan continúa acumulando riqueza como ninguna otra leyenda del deporte. El exjugador de los Chicago Bulls, considerado por muchos como el mejor basquetbolista de todos los tiempos, no solo brilló en la cancha, sino que construyó un imperio financiero fuera de ella que hoy lo mantiene en la cima.

Jordan fue mucho más que un ícono deportivo: se convirtió en una marca global. Su asociación con Nike, que comenzó en 1984, ha sido clave para transformar su nombre en sinónimo de éxito comercial. En aquel entonces, cuando era apenas un novato en la NBA, firmó un contrato de patrocinio que incluía el lanzamiento de una línea de zapatillas con su nombre y algo que cambiaría todo: un 5% de las regalías de las ventas de la marca.

Michael Jordan ganó más de 300 millones en un año gracias a este negocio

Lo que en su momento parecía una apuesta arriesgada, terminó siendo una mina de oro. En 2023, ese 5% representó ingresos de 330 millones de dólares para Jordan, una cifra impresionante si se considera que en toda su carrera como jugador ganó un total de 94 millones entre 1984 y 2003, cuando se retiró definitivamente tras su etapa con los Washington Wizards.

Nike se benefició enormemente también. La empresa logró posicionarse como líder en ventas de calzado deportivo en Estados Unidos y expandió su influencia gracias a la imagen de Jordan. Su marca derivada, Jordan Brand, se convirtió en un gigante propio, especializado en ropa urbana y zapatillas de baloncesto. En los últimos años incluso ha comenzado a incursionar en el fútbol, vistiendo al Paris Saint-Germain y proyectando un posible acuerdo con la Selección de Brasil de cara al Mundial de 2026.

Además de su éxito con Nike, Jordan también ha hecho negocios en otros sectores. Fue propietario mayoritario de los Charlotte Hornets, equipo que adquirió en 2010, y también participa en 23XI Racing, su equipo de NASCAR junto a Denny Hamlin. A lo largo de su vida ha firmado contratos con marcas como Gatorade, McDonald’s y Hanes, y es dueño de varios restaurantes, entre ellos “His Place” en Charlotte.

Con todos estos emprendimientos, la fortuna acumulada por Jordan supera los 4.150 millones de dólares, coronándolo como el deportista más rico de la historia. Su historia demuestra que, incluso tras retirarse de las canchas, su legado sigue creciendo… y su cuenta bancaria también.