Una estrella desplazada de su plan ideal

La temporada 2024-25 fue una montaña rusa para Luka Dončić. Después de llevar a los Dallas Mavericks a las Finales de la NBA, donde cayeron ante los Boston Celtics, su destino dio un giro inesperado: lesiones, tensiones internas y el cambio de dueños en la franquicia texana terminaron con su traspaso a los Los Angeles Lakers el 2 de febrero. A nivel personal y emocional, el golpe fue enorme. El esloveno había visualizado su carrera en un solo equipo, como lo hizo Dirk Nowitzki, pero la realidad lo empujó al mercado más mediático del mundo.

Lo más duro fue el costo financiero. Dončić estaba encaminado a firmar la extensión “supermáxima” con los Mavericks: cinco años por 345 millones de dólares, un contrato histórico que ya no puede concretarse tras su salida. Esa cifra, ahora irrecuperable, marca el inicio de su encrucijada económica.

Entre quedarse en L.A. o maximizar su futuro

Con los Lakers, Dončić tiene múltiples rutas contractuales. La más simple: firmar en agosto una extensión máxima por cuatro años y 228 millones. Una opción segura, pero 117 millones por debajo de lo que habría conseguido en Dallas.

Otra alternativa es más estratégica: un contrato corto de tres años (165 millones), con una opción de jugador al final. Esto le permitiría llegar a los 10 años de experiencia en la NBA y calificar de nuevo para un supermax, esta vez de cinco años y 417 millones con los Lakers. Este plan se asemeja al camino que siguió Donovan Mitchell tras dejar a los Jazz.

El camino más arriesgado sería evitar toda extensión, jugar la temporada 2025-26 bajo su contrato actual y luego salir al mercado como agente libre. Pero eso implicaría un alto riesgo ante cualquier lesión o cambio de contexto, algo que rara vez asumen las superestrellas.

Por ahora, el entorno del jugador y fuentes cercanas indican que Luka Dončić está cómodo en Los Ángeles y motivado por devolverle a los Lakers su estatus de campeón. En agosto se definirá su destino económico, pero el deportivo también está en juego: armar un equipo que lo acompañe rumbo al anillo será el siguiente paso.