EFE

Cuatro días después de sacarle un meritorio empate 0-0 a toda una campeona del mundo como es Alemania, la joven y renovada selección inglesa frenó en seco a Brasil en el estadio de Wembley (0-0) y demostró ser capaz de dar pelea a las 'grandes', a falta de siete meses para Rusia 2018.

Al igual que sucedió el viernes en el duelo contra la 'Mannschaft', el encuentro de esta noche en Londres tuvo más nombre y cartel que fútbol y permitió a los técnicos hacer probaturas de cara a la cita mundialista, además de permitir que la afición inglesa viese en directo a la todopoderosa 'canarinha',

No se guardó nada 'Tite', confiado en acabar su gira de amistosos con pleno de victorias -el pasado viernes Brasil ganó 3-1 a Japón en Rusia- y dispuesto a refrendar el estatus de su equipo de favorito al título en el Mundial del próximo año.

Para ello, el técnico salió de inicio con la llamada 'NPG', el trío de astros formado por Neymar, Philippe Coutinho y Gabriel Jesús, y que está llamado a ser la luz de Brasil en Rusia 2018.

Junto a ellos, un grupo de veteranos contrastados y estrellas rutilantes: Dani Alves, Marquinhos, Marcelo, Casemiro, Paulinho. Mientras, en el banquillo esperaban futbolistas de la talla de Douglas Costa, Fernandinho, Willian, Firmino o Danilo.

Por su parte, el bisoño combinado inglés formó con un 'once' que dista mucho del que se verá en la Copa del Mundo del año que viene, y que, al igual que sucedió en el amistoso contra Alemania (0-0), estuvo mermado por las ausencias de jugadores clave.

Las bajas obligaron a Gareth Southgate a alinear un once inexperto -Gomez, Maguire, Livermore, Loftus-Cheek (Keane, Cork, Young, Cook, Abraham, Solanke, Gunn, esperaron en el banquillo)-, pero así y todo aguantaron los jóvenes 'Tres Leones' las embestidas de todo un pentacampeón del mundo.

Si hace cuatro días lograron sacarle un valioso empate al vigente campeón mundial y vencedor de la Copa Confederaciones, Inglaterra no fue menos ante Brasil este martes. Los jugadores locales, motivados por la grandeza del rival y sabedores de que un buen partido les daría muchas papeletas para estar en la lista final de Southgate para Rusia, salieron con una marcha más que la Canarinha, falta de chispa en ataque y excesivamente dependiente de un Neymar poco acertado.

Las apuestas y los precedentes iban contra Inglaterra -una victoria en sus últimos 10 partidos contra Brasil (2-1 en febrero de 2013)-, pero los bisoños ingleses aguantaron estoicamente e incluso llegaron a poner en aprietos en más de una ocasión a Alisson.

El dominio de Brasil fue estéril, con una circulación sin proyección ofensiva y con Neymar, Coutinho y Gabriel Jesús desconectados. Sólo Marcelo y Dani Alves por las bandas inquietaban ligeramente los dominios de Hart.

Alves avisó muy pronto (m.3) con un disparo que se fue fuera, y su compañero en el PSG Neymar gozó de un par de ocasiones que, como los mejores ensayos de rugby, se marcharon muy por encima del travesaño ante el jolgorio de la grada inglesa.

Hubo que esperar algo más de un cuarto de hora para ver la primera aproximación de los locales, merced a un lanzamiento desde 25 metros de Rashford a las manos de un Alisson que no tuvo que moverse.

Ya en la segunda mitad, y con piernas frescas sobre el campo -Willian por Coutinho, Fernandinho por Renato Augusto, Firmino por Gabriel Jesús-, mejoró el equipo de 'Tite', que se topó primero con el palo y después con un acertado Hart.

Fernandinho tuvo en sus botas la mejor ocasión del encuentro bien entrada la segunda parte (m.75), cuando, tras una galopada desde el centro del campo, se plantó en las inmediaciones del área de Hart y sacó un chut raso y seco que tocó en el palo y se marchó fuera.

Eso animó a los visitantes, que a punto estuvieron de estrenar el marcador a falta de seis minutos para el final, después de una buena triangulación en el balcón del área y a un disparo final de Paulinho que despejó a saque de esquina el portero.

Con el tiempo prácticamente cumplido, y tras el carrusel de cambios propio de estos partidos amistosos, Inglaterra merodeó las inmediaciones del área de Alisson con dos aproximaciones, una de Solanke que repelió el arquero, y otra a la que no llegó por milímetros Abraham, pero el luminoso de Wembley no se vio alterado.

Con el nombramiento a través de los videomarcadores del joven defensa Joe Gomez como mejor futbolista del partido, el árbitro portugués Artur Soares dio por finalizado un partido soso, con más cartel que fútbol, y que permitió a los ingleses probarse ante otra selección 'top' mundial y a los brasileños concluir su gira de amistosos invictos.