El mundo del béisbol está de luto tras el fallecimiento de Pete Rose, una de las leyendas más grandes que ha pisado un diamante. A los 83 años, Rose murió en su hogar en Las Vegas, según confirmó su agente Ryan Fiterman. Conocido como el "Rey del Hit", Pete dejó una huella imborrable en la historia de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) gracias a sus impresionantes logros dentro del terreno de juego, a pesar de las controversias que empañaron su legado.

Pete Rose, cuyo récord de 4,256 hits aún permanece imbatible, fue uno de los jugadores más dominantes de su tiempo. En una carrera que se extendió por 24 temporadas, Rose fue seleccionado 17 veces al Juego de Estrellas y ganó tres Series Mundiales, dos con los Cincinnati Reds y una con los Philadelphia Phillies. En 1973, fue galardonado como el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.

A lo largo de su carrera, Rose no solo destacó por su capacidad ofensiva, sino también por su versatilidad defensiva y liderazgo en los equipos que representó. Además de sus títulos de bateo y dos Guantes de Oro, también se convirtió en mánager de los Reds tras su retiro como jugador. Sin embargo, su vínculo con las apuestas ilegales mientras dirigía el equipo empañó su reputación, llevándolo a una suspensión permanente de la MLB en 1989.

A pesar de las sombras que cubrieron sus últimos años en el béisbol, Pete Rose sigue siendo recordado como uno de los más grandes de todos los tiempos. Su legado dentro del campo es indiscutible, y su pasión por el juego siempre será admirada por generaciones de fanáticos. Hoy, el deporte despide a un gigante cuya historia, con luces y sombras, siempre será parte de la esencia de la MLB.