El exatleta olímpico canadiense Ryan James Wedding, quien representó a su país en snowboard durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City 2002, ha pasado de la élite del deporte a estar en la mira del FBI. Wedding fue incluido en la lista de los diez fugitivos más buscados, acusado de liderar una organización internacional de tráfico de drogas vinculada a múltiples homicidios.

Las autoridades estadounidenses han detallado que Wedding es investigado por delitos como conspiración para distribuir sustancias ilícitas, tráfico de cocaína y asesinato en conexión con una red criminal. Según la información del FBI, el canadiense dirigía una organización que transportaba drogas desde Colombia, pasando por México y el sur de California, hasta Canadá y otras partes de Estados Unidos. Además, se le acusa de estar involucrado en la planificación de homicidios para consolidar su poder dentro del crimen organizado.

La vida de Wedding cambió radicalmente tras su retiro del deporte. En Salt Lake City 2002, compitió en la prueba de eslalon gigante paralelo, donde terminó en la posición 24. Sin embargo, años después se trasladó a México, donde presuntamente comenzó su carrera en el narcotráfico. Las investigaciones indican que su red utilizaba remolques para transportar cocaína desde California hasta Canadá, mientras eliminaban a cualquier rival que amenazara sus operaciones.

Recompensa millonaria por su captura

El Departamento de Estado de EE.UU. ha ofrecido una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca a su arresto. Las autoridades lo consideran armado y peligroso, y su búsqueda se ha intensificado con la cooperación de los gobiernos de México y Canadá. En octubre de 2024, un presunto cómplice de Wedding fue arrestado en México y extraditado a EE.UU. en febrero de 2025, pero el exolímpico sigue prófugo.

El caso de Ryan Wedding ha causado gran impacto, pues es inusual que un exdeportista de alto nivel termine en una organización criminal de tal magnitud. Autoridades como la DEA y el FBI han señalado que su perfil es el de un individuo ambicioso y despiadado, que pasó de destacar en el deporte a convertirse en un líder delictivo. “El ex snowboarder desató una avalancha de muerte y destrucción, aquí y en el extranjero”, comentó un alto funcionario de la DEA.

Ahora, la imagen de Wedding aparece en la lista de los criminales más peligrosos del mundo, mientras las autoridades redoblan esfuerzos para capturarlo. De las pistas de nieve a las calles del crimen, su historia se ha convertido en un oscuro recordatorio de cómo algunos caminos pueden torcerse de forma inesperada.