Isaac del Toro dejó escapar la victoria del Giro d’Italia en la penúltima etapa disputada este sábado. Al final del recorrido, fue Simon Yates quien se quedó con la maglia rosa, lo que le permitirá presentarse en Roma como el conquistador de esta edición del Giro.

Durante la jornada se vivió un momento tenso entre el mexicano Isaac del Toro y el ecuatoriano Richard Carapaz, situación que trascendió más allá del asfalto y llegó a la zona mixta.

Un intercambio de estrategias y reproches

En los primeros kilómetros de la etapa, Simon Yates se separó por 20 segundos de Isaac y Richard. En ese instante, el ecuatoriano solicitó un relevo al mexicano, quien se negó por considerar que era un momento prematuro en la carrera. 

Kilómetros después, fue el “Torito” quien propuso a Carapaz ir a la caza del británico, pero esta vez fue el sudamericano quien se negó. La molestia de Carapaz fue evidente frente a las cámaras, y lo expresó claramente al decir que “podíamos haber ganado los más fuertes, pero ha ganado el más inteligente”.

El ecuatoriano también cuestionó la forma en la que corrió el mexicano durante los doce días de competencia al declarar que “al final, él perdió el Giro. Creo que no ha sabido correr bien”.

La respuesta del mexicano y el reconocimiento a su esfuerzo

Isaac del Toro no tardó en defender su estrategia y explicó que “en la última parte de la subida intenté trabajar con Carapaz, pero él no quiso. Tampoco podía darlo todo con él solo a mi rueda, porque entonces me atacaría por la espalda. Y si perdía la clasificación, no quería perder también el segundo puesto”.

También ofreció su versión de lo ocurrido en el inicio de la etapa, explicando que “Richard era segundo en la clasificación, así que pensé que era lógico que saliera detrás de Yates. Aunque tenía la sensación de que podía seguir al británico, yo tenía que seguir primero a Carapaz. Si perdía la maglia rosa, no quería perder también el segundo puesto”.

A pesar de no quedarse con la victoria general, Isaac del Toro conquistó la maglia blanca, que distingue al mejor ciclista sub-23 del Giro d’Italia, consolidándose como una de las grandes promesas del ciclismo mundial.

La última etapa del Giro se llevará a cabo el domingo 1 de junio, en una jornada simbólica destinada a rendir homenaje al nuevo campeón.