Un crack que no acepta el papel secundario

El presente de Federico Valverde en el Real Madrid dista mucho de lo que se esperaba. Desde su llegada en 2018, el uruguayo fue símbolo de entrega y regularidad, pero en los últimos días quedó envuelto en un episodio que destapó cierta tensión con Xabi Alonso.

Todo comenzó antes del choque de Champions contra el Kairat Almaty, cuando el volante fue consultado sobre la posibilidad de jugar como lateral derecho ante las bajas en defensa. Su respuesta fue contundente: “No nací para jugar de lateral”. Aunque aclaró que siempre está dispuesto a ayudar, la frase no pasó inadvertida.

Una suplencia que levantó sospechas

Horas después, Valverde apareció en el banco de suplentes. Xabi aseguró que la decisión ya estaba tomada antes de la rueda de prensa, pero los gestos del uruguayo encendieron la polémica. Salió último al césped, evitó integrarse al rondo con el resto y durante la entrada en calor de la segunda mitad se aisló, caminando solo mientras el grupo hacía ejercicios.

Incluso Jude Bellingham se acercó para hablarle e intentar bajarle la tensión, pero la imagen ya estaba instalada: Valverde no estaba cómodo con la situación.

De pieza clave a incógnita en el proyecto

El contraste es evidente. Hace semanas, el propio Xabi Alonso lo describía como “un jugador a lo Gerrard”, capaz de marcar diferencias en varias posiciones. Hoy, en cambio, Valverde parece relegado a un rol secundario, con menos protagonismo del esperado.

“Conociendo a Fede, seguro que le molesta. Siempre le gusta estar al pie del cañón”, confesó su compañero Fran García, respaldando al uruguayo tras el partido. La incógnita ahora es si se trata de una situación pasajera o del inicio de un distanciamiento más profundo entre una de las estrellas del plantel y su nuevo entrenador.