OFICIAL: Victor Osimhen se queda en el Galatasaray
Ya es un hecho: Victor Osimhen continuará vistiendo los colores del Galatasaray, esta vez como propiedad del club. Tras una temporada en calidad de cedido, el conjunto de Estambul ha ejecutado una operación histórica para adquirir al delantero nigeriano procedente del Nápoles por una cifra que supera los 75 millones de euros. Se trata, sin discusión, del fichaje más costoso en la historia del fútbol turco, desbancando los 25 millones de euros que el Besiktas pagó este verano al Benfica por Orkun Kökçü.
La operación ha sido fruto de una negociación milimétrica entre los dirigentes del club turco y Aurelio De Laurentiis, presidente del Nápoles. El acuerdo incluye un pago inicial de 40 millones, seguido de 35 millones más la próxima temporada, además de cinco millones en variables y una cláusula que otorga al club italiano el 10% de una futura venta. Para blindar aún más el traspaso, se ha incluido una cláusula que impide que Galatasaray venda al jugador a equipos italianos durante los próximos dos años.
Un golpe de autoridad del Galatasaray en el mercado
Con contrato vigente hasta 2026 (con opción del Nápoles para extenderlo un año más), Osimhen se despide definitivamente del club italiano tras ser una de sus figuras estelares en la era reciente. Su salida, junto a la ya confirmada de Khvicha Kvaratskhelia, permite a los napolitanos recaudar más de 150 millones de euros, capital clave para construir el nuevo proyecto liderado por Antonio Conte.

Por su parte, Osimhen regresa a un Galatasaray que ha demostrado ser la potencia dominante en la liga turca. Sus 37 goles en 41 partidos lo convirtieron en el MVP indiscutido de la temporada pasada, y su permanencia era prioridad absoluta para el club, que disputará la Champions League en la campaña 2025-26.
El cuadro dirigido por Okan Buruk no se ha detenido allí: además del goleador nigeriano, han llegado refuerzos de alto calibre como Leroy Sané procedente del Bayern Múnich, Jakobs desde el Mónaco y Frankowski del Lens, consolidando una plantilla que amenaza con romper la hegemonía local y competir seriamente en Europa.}
Con estos movimientos, el Galatasaray se distancia aún más de su eterno rival, el Fenerbahçe de José Mourinho, y deja claro que su ambición no tiene techo.