Liverpool centró su búsqueda de un delantero estrella en Alexander Isak, el delantero sueco y figura clave del Newcastle, durante el mercado de fichajes.

Con la salida de Darwin Núñez rumbo a Arabia Saudita, los Reds no perdieron tiempo y presentaron una oferta impactante de £110 millones por Isak, que fue rechazada de inmediato.

Los dueños de Newcastle, respaldados por el Fondo Público de Inversión de Arabia Saudita, fijaron una postura firme en £150 millones, dejando claro que su estrella no está en venta a ningún precio en este mercado.

Liverpool, que ya ha gastado mucho en esta ventana, debe decidir si aumenta su oferta o se retira, con la directiva decidida a no pagar de más, especialmente tras romper el récord británico de fichajes por Florian Wirtz.

Fracturas en Newcastle: descontento y enfrentamiento

Las complicaciones del acuerdo van más allá del aspecto económico. El propio Isak ha dejado claro su deseo de unirse al Liverpool, negándose rotundamente a renovar con Newcastle y aislándose de las actividades de pretemporada.

El entrenador Eddie Howe confirmó que el delantero entrena separado del grupo principal, reconociendo la creciente tensión y su impacto en la armonía del equipo.

La situación ha puesto bajo lupa la estrategia de Newcastle: aferrarse a un jugador insatisfecho puede afectar la moral, pero venderlo significa perder a un goleador probado en la Premier League, justo cuando enfrentan dificultades para reforzar la plantilla.

La negativa de Newcastle a vender—una “muestra de desafío,” como lo describen varios medios—ha sido calificada como de “alto riesgo.” Con Isak apartado y objetivos de reemplazo escapándose, los Magpies podrían enfrentar una temporada de inestabilidad si no se llega a un acuerdo.

¿Qué sigue? Riesgos y escenarios

Mientras la saga del traspaso continúa, expertos señalan que ambos clubes enfrentan decisiones cruciales. Liverpool, aún ansioso por cerrar el trato, podría intentar poner a prueba la firmeza de Newcastle con una oferta récord.

Por su parte, Newcastle debe decidir si mantener a una estrella descontenta les conviene o si vender—inyectando más de £110 millones a su presupuesto y eliminando una voz conflictiva—los posicionaría mejor para la próxima temporada.

Cualquiera que sea el resultado, la saga Isak ya ha marcado un tono dramático para el verano en la Premier League, poniendo en foco el ajedrez de alto riesgo en la cima del fútbol inglés.

Con el mercado abierto y los movimientos cambiando día a día, todas las miradas siguen puestas en Anfield, St. James’ Park y uno de los delanteros más codiciados de Europa.