El West Ham United sorprendió a sus aficionados al anunciar la prohibición de las bufandas “mitad y mitad” para el derbi londinense frente al Tottenham Hotspur, uno de los encuentros más tensos y tradicionales de la Premier League. La medida, poco habitual en Inglaterra, busca reforzar la seguridad en un partido considerado de alto riesgo.

Una tradición que genera polémica

Estas bufandas, que suelen dividirse entre los colores y escudos de ambos equipos, son muy populares entre los turistas que visitan los estadios de la Premier, ya que funcionan como un recuerdo conmemorativo del encuentro. Se venden en los alrededores de los estadios e incluyen el nombre y la fecha del partido.

Sin embargo, para el duelo de este sábado en el London Stadium, el West Ham ha comunicado que estarán estrictamente prohibidas. Los controles de seguridad retirarán las bufandas a cualquier aficionado que las lleve, y no serán devueltas tras el encuentro.

La directiva del club explicó que la decisión se debe a la necesidad de evitar confusiones en las gradas. Con estas prendas, se corre el riesgo de que hinchas visitantes se infiltren en la zona local, lo que podría generar incidentes en un enfrentamiento con un fuerte componente de rivalidad.

Kudus, protestas y tensión en el ambiente

El choque entre West Ham y Tottenham ya venía cargado de tensión por otros motivos. Uno de los puntos de atención será el regreso de Mohammed Kudus al London Stadium, apenas unos meses después de su traspaso a los “Spurs”. Este fichaje fue especialmente significativo porque se convirtió en la primera operación entre ambos clubes desde 2011, lo que añade un condimento especial al derbi.

Además, se espera una protesta de una parte de la afición local contra David Sullivan, dueño del club. Los seguidores más críticos apuntan a los malos resultados del último año y a la gestión de la institución, lo que podría intensificar aún más el clima en el estadio.

En este contexto, la prohibición de las bufandas “mitad y mitad” no es un simple detalle logístico, sino una medida preventiva para reducir al máximo cualquier foco de conflicto entre dos aficiones con un historial de choques y rivalidad histórica en Londres.