Un final que se salió de control

El Inter Miami vs Atlas por la Leagues Cup terminó con todo… menos calma. El gol agónico de Marcelo Weigandt al minuto 96 desató la euforia local y la frustración del equipo mexicano, lo que llevó a un conato de bronca en medio del caos. Lionel Messi celebró efusivamente, incluso en la cara de Matías Cóccaro, lo que elevó la tensión.

Al silbatazo final, varios jugadores de Atlas intentaron reclamar, y fue entonces cuando apareció una figura ya conocida: Yassine Chueko, el guardaespaldas personal de Messi, quien ingresó al campo y empujó al juvenil Jorge San Martín cuando intentaba acercarse al argentino. No fue el único: las cámaras también captaron cómo Chueko se mantenía entre Messi y otros futbolistas del Atlas, incluso bloqueando a Gustavo Ferrareis.

Un protector fuera de lugar

El problema no fue solo el empujón. Chueko, según las reglas de la competición, no tenía permiso para estar en esa zona del campo, destinada únicamente a jugadores, cuerpo técnico y personal acreditado. Su intromisión fue tan evidente que rápidamente encendió las redes y generó críticas hacia la sobreprotección que rodea a Messi.

No es la primera vez que Chueko protagoniza un incidente así: ya ha sido vetado por la MLS por acciones similares y también se le impidió acceder al terreno de juego en el último Mundial de Clubes. Pese a ello, volvió a cruzar los límites.

¿Hasta dónde llega su rol?

El guardaespaldas de Messi ha pasado de figura discreta a personaje constante en las polémicas que rodean al astro. Y aunque su labor es proteger, cada vez queda más en evidencia que esa protección podría estar yendo demasiado lejos. En este caso, lo hizo en plena transmisión y con todo el mundo mirando.