Le Classique se muda a Kuwait

La LFP (Liga de Fútbol Profesional francesa) ha confirmado que el Trofeo de Campeones 2026 tendrá lugar en Kuwait City, un anuncio que ha causado revuelo entre los aficionados. El partido, que enfrenta al campeón de la Ligue 1 y de la Copa de Francia, el París Saint-Germain, contra el subcampeón de la liga, Olympique de Marsella, se disputará el próximo 8 de enero en el Estadio Jaber Al-Ahmad. Esta será la primera vez en la historia que la Supercopa se dispute en Kuwait, sumándose a una lista de sedes internacionales que incluye Catar, Israel, China, Marruecos, Estados Unidos, Canadá y Túnez.

PSG busca mantener su hegemonía

El París Saint-Germain ha sido el dominador absoluto del Trofeo de Campeones en la última década. Desde 2013, ha levantado el trofeo en todas las ediciones excepto en 2021, cuando Lille dio la sorpresa. Ahora, con Luis Enrique en el banquillo y con un plantel lleno de estrellas Ousmane Dembélé recién Balón de Oro y Vitinha, el equipo de la capital francesa quiere iniciar el año con un golpe de autoridad. Además, esta final llega en un momento crucial, después de que el OM les arrebatara una victoria en el último Clásico, lo que añade un componente extra de tensión al duelo.

Marsella quiere romper la maldición

Para el Olympique de Marsella, esta es la oportunidad perfecta de enviar un mensaje poderoso. Los de la Costa Azul no ganan este título desde 2011 y saben que vencer a PSG en un escenario internacional podría ser un punto de inflexión en su proyecto.

Un evento global con impacto en Medio Oriente

La decisión de llevar el partido a Kuwait no es casualidad. La LFP ha convertido la Supercopa de Francia en un producto global, con la intención de expandir la marca del fútbol francés en mercados estratégicos. El estadio Jaber Al-Ahmad es uno de los más modernos de la región y se espera un lleno total, con fanáticos viajando de toda la región para presenciar este choque de gigantes. El horario definitivo aún está por confirmarse, pero se espera que sea en prime time local para maximizar la audiencia televisiva en Europa y Asia.

Con todo esto, el PSG y el OM no solo jugarán por un trofeo, sino por orgullo, prestigio y por escribir un nuevo capítulo en la rivalidad más feroz del fútbol francés.