El Santiago Bernabéu fue testigo de otra noche mágica de Kylian Mbappé. El delantero francés, que antes del encuentro ofreció a la afición su recién conquistada Bota de Oro 2024-25, respondió en el campo con dos goles decisivos en la victoria del Real Madrid ante el Valencia, confirmando que su hambre de récords sigue intacta.

Mbappé levantó el trofeo que lo acredita como máximo goleador europeo de la pasada temporada, donde acumuló 31 tantos en 34 partidos con el conjunto blanco. Sus 62 puntos en el ranking superaron a Viktor Gyökeres (entonces en el Sporting de Portugal, hoy en el Arsenal) y a Mohamed Salah del Liverpool, consolidando su lugar como el atacante más letal del continente.

“Es un momento muy especial para mí. Es la primera vez que gano este premio y lo comparto con mis compañeros, que me ayudan cada día a estar en mi mejor versión”, declaró el francés antes del partido, entre los aplausos de un Bernabéu entregado y la felicitación de Florentino Pérez.

Doblete de lujo para una noche redonda

Ya con el balón rodando, Mbappé dejó claro por qué es el favorito para repetir como máximo goleador de Europa. Su primer gol llegó desde el punto de penalti, tras una mano de César Tárrega detectada por el VAR. Con su habitual sangre fría, el francés ejecutó un potente derechazo al poste derecho del portero, abriendo el marcador para el Real Madrid.

El segundo tanto fue una obra colectiva. Jude Bellingham filtró un pase preciso al costado derecho para Arda Güler, quien envió un centro medido al área. Allí apareció Mbappé, impecable en la definición, conectando de pierna izquierda para mandar el balón al fondo de las redes y sellar una primera parte de dominio absoluto.

Mbappé, la gran estrella del Real Madrid

Con este doblete, Mbappé alcanzó los 16 goles en 13 partidos esta temporada, manteniendo un promedio goleador de otra galaxia. Además, el francés fue premiado como mejor jugador de LaLiga en octubre, mes en el que anotó tres tantos y dio una asistencia.

El Real Madrid, líder sólido del campeonato, celebra tener a un Mbappé en estado de gracia. Su conexión con Bellingham y Güler comienza a ser letal y cada partido parece un paso más hacia su segunda Bota de Oro consecutiva. En el Bernabéu, los goles del francés no solo valen puntos: ya empiezan a escribir historia.