La figura de Lionel Messi vuelve a ocupar el centro del debate en Barcelona. Esta vez, no por su futuro deportivo ni por una posible vuelta, sino por un proyecto simbólico que impulsa el presidente Joan Laporta: erigir una estatua del astro argentino en el renovado Spotify Camp Nou. La propuesta ya ha sido conversada dentro de la junta directiva, que está alineada detrás de la idea. Sin embargo, un paso importante aún falta: la autorización de la familia Messi.

Laporta reveló la intención en la presentación del libro Jo vaig viure a la Masia, de Xavi Torres, donde no escatimó elogios hacia el histórico ’10’. “Messi debería tener una estatua en el Camp Nou, igual que Kubala o Cruyff”, afirmó, dejando claro que el club quiere reconocer al jugador más determinante de su historia. “Lo hemos hablado. La familia debe estar de acuerdo y los culés lo desean. Cuando llegue el momento, lo plantearemos”, añadió el presidente.

Una visita que reavivó tensiones y abrió lecturas políticas

La reciente aparición de Leo Messi en el Spotify Camp Nou impulsó aún más el debate. El argentino publicó una foto en Instagram donde expresó su deseo de “volver a casa”, un gesto que sacudió al entorno culé y que, para algunos, tuvo una interpretación incómoda: Messi no avisó al club antes de su visita.

Laporta, sin embargo, intentó desactivar la polémica calificando el acto como “espontáneo” y como una muestra del vínculo emocional del jugador con Barcelona. Desde la directiva sostienen que la relación con Messi es cordial, aunque personas cercanas al futbolista aseguran que el contacto con Laporta es casi inexistente.

El contexto no es menor: en 2026 habrá elecciones presidenciales en el club, y el peso simbólico de Messi juega un rol indiscutible. Víctor Font, uno de los principales aspirantes a la presidencia, mantiene un acercamiento constante al exjugador del Barça, y cualquier gesto institucional hacia el argentino puede tener lecturas estratégicas.

Un homenaje que divide emociones y sospechas

La salida de Messi en 2021 aún duele. Su adiós hacia el Paris Saint-Germain fue la consecuencia directa de la incapacidad del club para asumir su contrato, un episodio que dejó heridas abiertas en la afición y en parte del entorno directivo. Además, uno de los cuestionamientos recurrentes hacia Laporta ha sido su promesa electoral de retener al capitán, algo que finalmente no ocurrió.

En medio de este panorama, la idea de una estatua en el Camp Nou genera sentimientos encontrados. Para muchos culés, es un homenaje merecido al mejor jugador de la historia del club. Para otros, es una maniobra política en un momento clave.

Lo cierto es que el legado de Lionel Messi es intocable para la afición. Y ahora, la gran incógnita es si su figura será inmortalizada en el estadio que definió su carrera… y si este gesto es un acto genuino o un movimiento electoral perfectamente calculado.