Polémica en la fiesta de Lamine Yamal

La Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas (ADEE) ha denunciado públicamente que en la fiesta del 18.º cumpleaños de Lamine Yamal, que se realizó en Masia Alcázar del Garraf ante unos 250 invitados, se contrataron personas de “talla baja” como entretenimiento.

Según ADEE, esos “espectáculos” ofenden la dignidad humana y vulneran la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad, que prohíbe el uso de personas con discapacidad “para suscitar burla, mofa o irrisión”. La presidenta de la asociación, Carolina Puente, calificó la situación como “intolerable” y alertó que hace más daño cuando incluyen a figuras públicas, pues “transmiten que la discriminación es aceptable”.

Reacción y acciones anunciadas

ADEE adelantó que presentará acciones legales y sociales para defender los derechos del colectivo y exigir responsabilidades. Señalan que “no se quedarán callados” y piden a otros con acondroplasia que se unan a la causa. La asociación exige un cambio en el trato hacia las personas con discapacidad y que estos hechos no se repitan.

Impacto mediático y social

La noticia ha generado amplio rechazo en redes y medios nacionales e internacionales. Desde Marca, As, Cadena SER, hasta The Daily Sport, se observa una condena generalizada e incluso se menciona el riesgo para la reputación de Yamal, que recientemente firmó con el Barça y estrenó el dorsal número 10.

Conclusión

Si bien no se han publicado declaraciones oficiales de Yamal o su entorno, la polémica ya ha colocado el foco en temas de ética, interpretación pública y respeto a la diversidad. Desde ADEE insisten: la dignidad no es entretenimiento, y cuando una figura mediática lo convierte en espectáculo, el mensaje social es grave y las implicaciones de esta situación podrían afectar la figura mediática de la joven joya del Barcelona.